Tegucigalpa, Honduras.
Directores de hospitales y jefes de regiones de Salud salieron, en su mayoría, aplazados en las pruebas de confianza.
Al inicio de la administración de la ministra de Salud Yolani Batres se giraron instrucciones para que jefes de regiones, directores y hospitales, jefes de cada departamento y sus administradores se sometieran a las pruebas de confianza.
El objetivo de la medida, indicó Batres en ese momento, era “sanear” la institución de la galopante corrupción que ha cobrado la vida de miles de hondureños, muertos por la falta de medicamentos y material y por el limitado acceso a la salud.
La ministra indicó ayer que el proceso de aplicación ya culminó y que la “mayoría” de los jefes a nivel nacional fueron reprobados.
“La mayoría de los 27 directores de hospitales pasaron El problema era de la Gerencia Administrativa y en la Gerencia de Recursos Humanos, donde más tuvimos que reforzar”, indicó Batres.
“Ha habido lugares donde hemos mandado una, dos, cinco, diez personas para ver quién pasa, pero no puedo decir los nombres de qué lugar para protegerlos también a ellos”. Batres aseguró que no podría afirmar si las personas reprobadas eran corruptas, ya que algunas pudieron ser dominadas “por los nervios” en el momento de aplicar las pruebas.
Añadió que “hubo directores y administradores que prefirieron no entrar a las pruebas de confianza y se fueron”.
Explicó que por los resultados se comenzó a cambiar personal y esto ha producido conflicto en el sistema de Salud.
“Ya se depuró la mayor parte y por eso es que de repente hay un poquito de protestas; ahora, si la persona pasa las pruebas de confianza, después debe pasar la prueba del trabajo, si es eficiente, si su puesto en el trabajo es trasparente y la gestión, porque esta es una gestión por resultados”.
La funcionaria explicó que las Fuerzas Armadas de Honduras aplicaron las pruebas a los funcionarios que tuvieron que aprobar primero exámenes sicológicos y sicométricos para luego someterse al polígrafo.
Directores de hospitales y jefes de regiones de Salud salieron, en su mayoría, aplazados en las pruebas de confianza.
Al inicio de la administración de la ministra de Salud Yolani Batres se giraron instrucciones para que jefes de regiones, directores y hospitales, jefes de cada departamento y sus administradores se sometieran a las pruebas de confianza.
El objetivo de la medida, indicó Batres en ese momento, era “sanear” la institución de la galopante corrupción que ha cobrado la vida de miles de hondureños, muertos por la falta de medicamentos y material y por el limitado acceso a la salud.
La ministra indicó ayer que el proceso de aplicación ya culminó y que la “mayoría” de los jefes a nivel nacional fueron reprobados.
“La mayoría de los 27 directores de hospitales pasaron El problema era de la Gerencia Administrativa y en la Gerencia de Recursos Humanos, donde más tuvimos que reforzar”, indicó Batres.
“Ha habido lugares donde hemos mandado una, dos, cinco, diez personas para ver quién pasa, pero no puedo decir los nombres de qué lugar para protegerlos también a ellos”. Batres aseguró que no podría afirmar si las personas reprobadas eran corruptas, ya que algunas pudieron ser dominadas “por los nervios” en el momento de aplicar las pruebas.
Añadió que “hubo directores y administradores que prefirieron no entrar a las pruebas de confianza y se fueron”.
Explicó que por los resultados se comenzó a cambiar personal y esto ha producido conflicto en el sistema de Salud.
“Ya se depuró la mayor parte y por eso es que de repente hay un poquito de protestas; ahora, si la persona pasa las pruebas de confianza, después debe pasar la prueba del trabajo, si es eficiente, si su puesto en el trabajo es trasparente y la gestión, porque esta es una gestión por resultados”.
La funcionaria explicó que las Fuerzas Armadas de Honduras aplicaron las pruebas a los funcionarios que tuvieron que aprobar primero exámenes sicológicos y sicométricos para luego someterse al polígrafo.