Lo ocurrido en Chile el pasado domingo, de acuerdo con analistas hondureños deja una serie de lecciones en el país y debe servir de reflexión para un ala del partido Libertad y Refundación (Libre), que propone la instalación de una Constituyente.
Los analistas coinciden que una nueva Carta Magna no resolverá los problemas de Honduras y recomiendan enfocarse en temas estructurales como la salud, educación, corrupción y pobreza. Advierten que solamente con impulsarla se generaría una polarización más en la sociedad.
Para el excanciller de la República, Carlos López Contreras, una de las lecciones aprendidas del plebiscito en Chile “es que se deja un mensaje para todos los gobiernos de Latinoamérica porque quien define el desarrollo de un país son los gobernantes, si se quiere cambiar la Constitución no significa que se deba abusar de ese deseo de hacer cosas en las que el pueblo no está de acuerdo”.
Graco Pérez, experto en derecho internacional, coincide con el excanciller Contreras al afirmar que “al final no es una Constitución la que define el desarrollo de un país sino que son las personas que dirigen los países, una Constitución no es obstáculo, sino la voluntad de gobernar de buena manera”.
Hay quienes se oponen a la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente pero sí respaldan una serie de reformas a la ley primaria, a fin de generar verdaderos cambios en el sistema democrático. “Aquí lo que necesita la Constitución son unos pequeños ajustes, se pueden hacer mediante un plebiscito o en el mismo Congreso sin necesidad de una Constituyente, que es muy polarizante”, afirmó el abogado constitucionalista Juan Carlos Barrientos.
En el partido Libre admiten que lo sucedido en Chile es una lección para el gobierno de la presidenta Xiomara Castro, que tiene en su agenda una consulta popular para una Constituyente.
El dirigente de Libertad y Refundación, Gilberto Ríos, consideró que ahora mismo no hay ambiente para una Asamblea Nacional Constituyente en el país, pero no descarta que se entable en el futuro.
