Diputados de la oposición manifestaron su preocupación por el inicio de las compras directas de medicamentos. La Secretaría de Salud emprenderá el mecanismo de compras directas de fármacos, tras declarar como fracasado el proceso de licitación de al menos 359 medicamentos diferentes.
A criterio de médicos y parlamentarios del Congreso Nacional, mediante las compras directas se avecina un escándalo de corrupción y un probable desabastecimiento en los hospitales y centros de salud.
“Las compras directas, realmente, en un país donde impera la corrupción y la impunidad lo que tenemos con ello es más de lo que ocurría en los Gobiernos anteriores, donde no hay confianza, no hay transparencia y se pueden dar estas situaciones en donde los medicamentos no sean adecuados para las enfermedades”, indicó la diputada liberal Claudia Ramírez.
Continuó: “Ya el Gobierno va a terminar la urgencia, lo más seguro es que en estos próximos días van a empezar con las compras directas al estilo del Gobierno y, desgraciadamente, el estilo del Gobierno no se acompaña con las necesidades del pueblo”.
Johana Bermúdez, diputada del Partido Nacional, cuestionó: “Hoy quieren disfrazar las compras directas como solución, cuando todos sabemos que son los mismos oferentes de siempre, los mismos a quienes se les ha impedido un sistema transparente, planificado y eficiente de compras de medicamentos para ejecutar compras directas”.
Pocos transparentes
Las compras directas han despertado preocupación entre organizaciones civiles y sectores de la sociedad que temen que esta vía rápida se preste a discrecionalidad y posibles actos de corrupción.
Este mecanismo, que permite adquirir productos sin pasar por los procesos normales de licitación, ha sido utilizado en el pasado con resultados cuestionados.
Aunque las autoridades de Salud aseguran que la alternativa a la fallida licitación se hará cumpliendo con los procesos de la normativa, sectores critican que este tipo de compras, si no cuentan con supervisión rigurosa, abren la puerta a contratos poco transparentes, sobreprecios y fármacos de mala calidad.