La Policía Nacional de Honduras aseguró ayer sábado que al menos 11 personas ligadas presuntamente a la Mara Salvatrucha (MS13) participaron en el asesinato el jueves de cuatro jóvenes, incluido un hijo del expresidente Porfirio Lobo (2010-2014).
La institución ha obtenido “significativos avances para esclarecer” el crimen, que “lamentablemente” ha llenado de luto a varias familias hondureñas, dijo el director de la Policía Nacional, Gustavo Sánchez, en una conferencia de prensa en la Casa Presidencial.
Sánchez afirmó que en el asesinato participaron al menos 11 personas que pertenecen a la Mara Salvatrucha (MS13) y que el ataque iba dirigido a Said Lobo Bonilla, hijo del expresidente hondureño. “Producto de los esfuerzos y las investigaciones se logró la identificación y captura de seis miembros de la estructura criminal, entre ellos uno que comúnmente se presentaba como oficial de Policía”, añadió
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“Estamos en un proceso de investigación, hemos avanzado muchísimo en 48 horas (...), existen diferentes hipótesis que estamos descartando e investigando”, explicó el jefe policial.
Según información extraoficial, la MS13 habría recibido el pagó de al menos 200,000 dólares por el asesinato de los cuatro hombres. Los jóvenes fueron asesinados a tiros en la capital hondureña cuando salían en dos automóviles de un edificio donde estuvieron en una discoteca, según las primeras investigaciones.
El crimen múltiple se registró alrededor de las 2:00 am hora local del jueves, en la salida del estacionamiento del edificio Torre Morazán, a orillas de un bulevar de la capital hondureña. Las dos camionetas en que iban los cuatro hombres, todos amigos, quedaron en la salida del aparcamiento del edificio.
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Los otros jóvenes asesinados son Luis Zelaya, de 23 años, pariente del exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas Romeo Vásquez; Salomón Velásquez y Norlan Enrique Rodríguez, quien era chofer de Lobo Bonilla.
En las labores participan equipos de cuatro unidades de inteligencia e investigación, bajo la coordinación de fiscales del Ministerio Público, indicó la Policía hondureña en un comunicado.
Las fuerzas de seguridad localizaron uno de los vehículos que se utilizaron durante el crimen, del que se “extrajo indicios de vital importancia que nos permiten avanzar de una forma técnica y científica” en la investigación, agregó.
Además, han decomisado a los detenidos, entre ellos una mujer, dos armas de fuego y catorce teléfonos móviles. La violencia criminal en Honduras deja un promedio de entre diez y trece muertos diarios, según fuentes policiales y organismos de derechos humanos.