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Acusan a militares de haber matado a seis civiles en Honduras

  • 05 enero 2016 /

'Las Fuerzas Armadas de Honduras han asesinado al menos seis niñas, niños y jóvenes', según Casa Alianza

Tegucigalpa, Honduras

La ONG Casa Alianza denunció este martes que los militares que apoyan a los policías en el combate de la criminalidad en Honduras mataron al menos seis civiles en los últimos seis meses, por lo que demandó 'replantear la estrategia de seguridad'.

En ese período, 'las Fuerzas Armadas de Honduras han asesinado al menos seis niñas, niños y jóvenes, tres de ellos durante la semana recién pasada', afirmó la organización en un comunicado.

Citó como ejemplo que el 27 de diciembre, militares 'asesinaron a dos jóvenes pertenecientes al pueblo garífuna (afro-hondureño) en la comunidad de Iriona, departamento de Colón, (y) el 2 de enero una joven fue asesinada por elementos de la Policía Militar del Orden Público en la colonia Villafranca' de la capital.

También dijo que 'son reiteradas las denuncias de violaciones a derechos humanos' contra la ciudadanía con 'torturas, violaciones sexuales y uso excesivo de la fuerza' por los militares.

El gobierno 'a través de ambiguos comunicados y declaraciones de prensa ha negado o minimizado' las violaciones a derechos humanos 'siendo insensible ante el dolor de las víctimas y prestándose para arropar con un manto de impunidad a los perpetradores', se quejó.

En ese sentido, Casa Alianza demandó al gobierno frenar la violencia y llamó al presidente Juan Orlando Hernández a replantear su 'estrategia militarista' para combatir la criminalidad.

Esa estrategia debe contemplar 'la recuperación pacífica de territorios' con la participación de todos los sectores, sugirió.

El portavoz de la Fuerza de Seguridad Insterinstitucional Nacional (Fusina), Santos Nolasco, argumentó en declaraciones a la radio HRN que 'esos son casos aislados' y aseguró que el militar que viole la ley 'tiene que responder ante la justicia'.

Desde que asumió el 27 de enero del 2014, el presidente Hernández emprendió una ofensiva contra la delincuencia reforzando la policía con militares.

Según el gobierno, la estrategia propició una reducción drástica en la tasa de homicidios, de 68 por cada 100.000 habitantes en 2014 a 57 en 2015.