El futuro de Juan Orlando Hernández en Honduras pende de un hilo tras su captura este día en Tegucigalpa, solicitado por Estados Unidos en extradición por presuntos vínculos con el tráfico de drogas a gran escala incluso mientras era presidente del país (2014-2022).
En Estados Unidos han sido condenados más de una veintena de narcotraficantes nacidos en Honduras, que operaban tanto en el país como en otras naciones de la región latinoamericana.
El destino de Hernández es incierto, y si bien aún no existe aprobación para su extradición hacia aquel país, analistas coinciden que podría enfrentar cargos que, en caso de hallarlo culpable, lo harían pasar el resto de su vida en prisión.
A continuación, un relato de los capos hondureños que fueron condenados en Estados Unidos por implicación, en mayor o menor medida, en narcotráfico.
Héctor Emilio Rosa, alias Don H
Considerado como uno de los narcotraficantes más prolíficos y violentos, fue condenado a cadena perpetua por conspirar para distribuir y poseer con la intención de distribuir sustancias controladas. Amasó en Honduras una fortuna de unos 50 millones de dólares en conexión con la distribución de 135 toneladas de cocaína y 20 toneladas de químicos precursores para metanfetaminas. Don H fue capturado en octubre de 2014 y extraditado en septiembre de 2015. Protegió su organización asesinando al menos 19 de sus rivales. La sentencia establece que el narcotraficante pagó en Honduras sobornos a policías y funcionarios públicos financiándoles campañas políticas con dinero del narco.
Juan Antonio (Tony) Hernández
Un juez federal de Nueva York condenó al excongresista y hermano del expresidente Juan Orlando Hernández a cadena perpetua más 30 años de prisión por delitos de tráfico de cocaína, posesión de armas y de dispositivos destructivos y dar falso testimonio. Según los fiscales, durante 15 años operó una red de transporte de al menos 185,000 kilogramos de cocaína y corromper en el camino a instituciones hondureñas. Tony Hernández se sometió a un juicio que se inició el 2 de octubre de 2019 y el 18 fue declarado culpable, luego que la Fiscalía presentara pruebas documentales y testimonios que relataron cómo el condenado operaba en Honduras con la complicidad de policías, militares y políticos.
Sergio NeftalyMejía Duarte
Fue extraditado el 25 de octubre de 2017 a Estados Unidos y en enero de 2018 se declaró culpable de narcotráfico que le imputaron para lograr una sentencia menor; pero los testimonios que tenía la Fiscalía del Distrito Sur de la Florida probaron que lideraba una organización de transporte de cocaína a gran escalada desde Honduras a Guatemala. Era parte de una distribución de droga que se originaba en Colombia hasta México y Estados Unidos. Mejía Duarte, originario de Iriona, Colón, proveía cocaína al cartel de Sinaloa y operaba en zonas de La Mosquitia adonde recibía los cargamentos de cocaína de avionetas y embarcaciones con grupos de hombres armados que eran parte de su seguridad.
Geovanny Fuentes Ramírez
Condenado a cadena perpetua más de 30 años de prisión por una Corte del Distrito Sur de Nueva York por delitos relacionados con el tráfico de drogas y cargos relacionados con armas. Considerado un socio del cartel de Sinaloa y del expresidente Juan Orlando Hernández, para la Fiscalía era un “traficante de cocaína despiadado, poderoso y asesino en Honduras”. Fue capturado en febrero de 2020 en Miami y declarado culpable por un tribunal el 22 de marzo de 2021. Fuentes Ramírez operaba con Melvin Sandres, alias Metro, y traficaron coca hasta Miami, trabajó con el cartel de los Cachiros con quienes llevó cargamentos que llegaban desde Colombia y los dejaban en la frontera con Guatemala.
Juan Carlos Arbizú
Ligado a los carteles de la droga de los hermanos Valle Valle y los Cachiros fue condenado en Estados Unidos a 30 años de prisión por delitos de narcotráfico. Lo capturaron en la residencial Villa Mabel, de San Pedro Sula, en febrero de 2016 y era conocido por liderar su estructura criminal y se identificaba con el alias de Lanchita. Inició sus operaciones en menor escala en La Mosquitia y luego se volvió el encargado de los traslados de cargamentos de drogas de carteles y grupos de narcos proporcionándoles toda la logística. Siempre se conducía en un carro blindado con algunos de sus hombres de seguridad.
Luis Alonso Valle Valle
Uno de los líderes del cartel de los Valle Valle fue extraditado junto con su hermano Miguel Arnulfo Valle Valle y confesaron haber asesinado al menos a 15 personas. A los capturados el 5 de octubre de 2014 en Copán les aseguraron lujosas mansiones en El Espíritu, Copán, donde tenían su centro de operaciones custodiado con hombres armados. El día de la operación les decomisaron 386 millones de lempiras que tenían enterrados. Los cabecillas fueron condenados a 20 y 24 años de prisión por delitos relacionados con el narcotráfico. Desde 2005, autoridades de Estados Unidos comenzaron las investigaciones en contra del cartel que fue desmantelado.
Carlos Arnoldo Lobo Alemán
Conocido con el alias del Negro Lobo fue condenado a 20 años de prisión por un cargo de narcotráfico luego de declararse culpable. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo identificó como un operador en Centroamérica del cartel de Sinaloa que era liderado por Joaquín el Chapo Guzmán. Autoridades de Honduras le decomisaron 26 millones de lempiras. Tenía lujosas propiedades en Roatán, La Ceiba, Esparta y San Pedro Sula. El Negro Lobo operó en el tráfico de drogas desde Panamá a Honduras. Transportó toneladas de cocaína también desde Colombia para grupos de narcos de Centroamérica y México. Fue capturado en San Pedro Sula.
Noé Montes Bobadilla
Un tribunal de Virginia, Estados Unidos, lo condenó a 37 años de prisión por introducir miles de kilos de cocaína en ese país. Era el líder del cartel de los Montes, que dominaba la zona de Francia en Colón. En La Mosquitia recibía cargamentos de droga que eran trasladados para zonas de Colón y con los nexos de los Cachiros y los Valle Valle eran llevados por puntos ciegos a la frontera con Guatemala. En junio de 2017 fue detenido en Colón, pero aún han quedado algunos de sus familiares operando desde algunas zonas con el cultivo de hoja de coca y los narcolaboratorios que instalan en zonas montañosas del territorio hondureño para no ser detectados.
