19/04/2024
11:25 AM

'A la Comisión le espera un trabajo muy complejo”: German Leitzelar

Tegucigalpa, Honduras.

Desde su fundación, la Policía civil hondureña ha carecido de un proceso continuo y permanente de depuración, lo que derivó en su actual estado de descomposición; sin embargo, todavía es tiempo de rescatarla con el apoyo político y el respaldo de toda la sociedad, opinó ayer el reconocido jurista y exdiputado, German Leitzelar Vidaurreta.

Leitzelar es un experto del tema, pues integró a finales de la década de los noventa aquella histórica comisión ad hoc, integrada también por los respetables ciudadanos Hernán Corrales Padilla, Miguel Andonie Fernández y Alfredo Landaverde, que lideró la transición de la Policía del control de las Fuerzas Armadas a la égida civil.

¿Qué diferencia hay entre esta comisión de depuración y la comisión de notables que usted integró?

Hay dos diferencias porque cuando nosotros tomamos la responsabilidad era de un proceso de traslado de un órgano que era una dependencia de las Fuerzas Armadas, se debe recordar que constitucionalmente las FF AA tenía cuatro fuerzas: la Naval, Aérea, Ejército y la Fuerza de Seguridad Pública que estaba estructurada en aquella época de los conflictos ideológicos y confrontaciones que habían en el mundo e implicó que esas fuerzas tomaran características no policiales de protección a la ciudadanía, sino características militares de defensa del sistema y el status quo, por lo tanto en vez de proteger a la ciudadanía se encargó de vigilar y controlar a la población.

Cambiar esa característica implicó transformar el sistema de una policía civil que tuviera características no de reprimir al ciudadano, sino de protegerlo, de respetar las garantías constitucionales y los derechos humanos.

¿En ese proceso no hubo depuración?

Cuando se da el proceso y se logra el traspaso, el siguiente paso era la depuración, pero no se hizo la depuración porque aceleradamente se decidió nombrar un ministro de Seguridad y se suspendió la actividad de la comisión interventora, cuyo siguiente paso era ese proceso de limpieza policial.

¿Qué implicaciones tuvo esa falta de depuración?

A raíz de esa problemática, muchos de los oficiales de la Policía que fueron en algún momento suspendidos o retirados, mediante amparos que se ejecutaron a través de la Corte Suprema de Justicia, fueron restituidos, porque en aquel momento a pesar de que jurídicamente las cosas se pudieron hacer correctamente, no había la voluntad política de poner orden en el cuerpo policial porque no era tan profundo el problema de participación en actos ilícitos e irregulares y vinculados con el crimen organizado porque era más dentro del marco ideológico político.

¿Hay todavía posibilidad de enmendar?

Lo importante es que ahora se está tomando la decisión con la voluntad política, con la profunda aportación y apoyo de la sociedad que quiere transformar ese cuerpo y tener la garantía de una Policía que realmente garantice los bienes y la seguridad de las personas en todo el contexto de las garantías constitucionales.

¿Qué tipo de trabajo le espera a esta comisión de depuración?

Definitivamente es complejo, va a depender de que se tenga todo el apoyo, que haya esa voluntad política y que la sociedad apoye como ha respondido ahora y que tanto a nivel de los medios de comunicación como la propia actividad organizada de la sociedad pueda dar el apoyo. Ahora si se politiza en el sentido sectario de partidos y se busca descalificar la figura del representante del Gobierno que esta con toda la voluntad de llevar adelante la depuración, definitivamente eso va reducir y limitar las posibilidades de acelerar el proceso porque en esas situaciones, quienes más se aprovechan o logran aprovecharse son los que puedan estar señalados para que puedan ser depurados.

¿Cree que encuentren muchos obstáculos?

Siempre hay obstáculos, todo cambio y toda transformación conlleva obstáculos, por eso debe haber toma de decisiones para quitar los obstáculos y lograr los objetivos, mientras entendamos la depuración única y exclusivamente como un proceso de cancelación de personas estamos equivocados, la depuración es un proceso permanente. Toda institución y organización tienen que tener procesos permanente de depuración para evaluarse, corregir y estructurar las cosas de manera de lograr los objetivos.