03/12/2025
07:00 PM

600 niños entran solos a Estados Unidos todos los días

El Conadeh reveló que 88 menores hondureños sin papeles pasan a diario en promedio la frontera de Estados Unidos.

Tegucigalpa, Honduras.

El comisionado nacional de los Derechos Humanos, Roberto Herrera Cáceres, exhortó a las familias hondureñas a abstenerse de promover y a evitar la migración de niños y niñas no acompañados porque se ha demostrado que la ruta de la migración está plagada de peligros que los convierten en víctimas de abusos de autoridades o delincuencia común u organizada, actos de extorsión, abuso físico y sexual, secuestro, trata de personas, explotación, discriminación y otros. Su llamado coincide con la asombrosa revelación sobre el número de menores que siguen emigrando solos o en manos de coyotes .

En la XIX Conferencia Internacional de Migración que se celebra en Managua se reveló que entre 500 y 600 menores de cero a 17 años ingresan ilegalmente todos los días en Estados Unidos, afirmó ayer la viceministra para los Salvadoreños en el Exterior, Liduvina Magarín.

Ver especial multimedia: Niños migrantes de Honduras

“Tenemos entre 500 y 600 niños entrando a la frontera todos los días en las últimas 4 a 5 semanas, que estamos atendiendo con nuestro cuerpo consular”, dijo Magarín a periodistas.

El problema principal de esos menores, una vez que son encontrados por las autoridades estadounidenses, es la atención especializada, según la funcionaria salvadoreña.

“Hay muchas cosas por mejorar para darles un espacio y una atención adecuada para niños y niñas porque las patrullas están entrenadas para atender a adultos. Por lo tanto, las condiciones no son las más idóneas para menores”, explicó Magarín.

Las autoridades de los países centroamericanos esperan que “se respete el debido proceso legal que tiene Estados Unidos para que se privilegie la reunificación familiar”, señaló la funcionaria. Al contrario de los adultos, los menores no viajan ilegalmente a EUA en busca del sueño americano , sino que aspiran a reencontrarse con sus padres o escapan de la violencia, afirmó Magarín.

Por esa razón, Guatemala, Honduras y El Salvador han iniciado tareas para atender a los menores cuando sean devueltos a sus países de origen, sostuvo la fuente.

El secretario de Seguridad Nacional estadounidense Jen Johnson anunció recientemente que los niños centroamericanos que crucen ilegalmente la frontera del país norteamericano serán deportados.

Éxodo de hondureños

Las cifras de la funcionaria salvadoreña coincidieron con datos proporcionados por el ombudsman hondureño, quien en comunicado oficial reveló que en promedio 88 menores hondureños no acompañados están cruzando a diario la frontera de Estados Unidos. El titular del Conadeh señaló que al menos ocho instrumentos internacionales obligan a los Estados, tanto de origen como de destino, a proteger a niños inmigrantes.

Aseguró: “Es obligación nacional e internacional proteger a esos niños y niñas para que les atiendan efectivamente sus derechos humanos y libertades fundamentales, haciendo efectivo el interés superior del niño.

Hay una crisis humanitaria entre Honduras y los Estados Unidos de América, ocasionada por la presencia de niñez migrante no acompañada e indocumentada en el territorio norteamericano que ha salido de nuestro país por causas diversas (inseguridad, delincuencia, narcotráfico y pandillas, violencia social o intrafamiliar, pobreza, exclusión, desempleo, por necesidad de reunificarse con sus padres en Estados Unidos, por ser víctimas de la trata de personas).

La ley respalda a niños

El defensor del pueblo asegura que los niños migrantes hondureños que se encuentran ya en albergues norteamericanos o los que ya hayan salido de los albergues y están amenazados de deportación pueden ser protegidos en Estados Unidos de América conforme a diversas leyes o instrumentos jurídicos.

Los respalda la Ley sobre el Niño Extranjero No Acompañado (Ley de Seguridad Nacional de 2002); ser clasificados, por cortes juveniles, como niños dependientes de una corte de menores o bajo custodia de una agencia o departamento de un Estado federal, en caso de haber sido sufrido abuso, haber sido abandonados o desatendidos y solicitar, ante el Departamento de Seguridad Nacional (Department of Homeland Security), el estatus especial de inmigrantes juveniles (special immigrant juvenile status); o solicitar visa de residencia por haber sido víctimas de trata de personas o de ciertos otros delitos reconocidos en Estados Unidos de América.

La legislación estadounidense contempla diferentes condiciones para los indocumentados de México y Canadá, adonde puede devolver a los inmigrantes que intercepte en su frontera.

Sin embargo, en el caso de los sin papeles de otras naciones, debe iniciar un proceso que comienza con su detención durante un máximo de 72 horas en instancias de la Patrulla Fronteriza -dependiente del Gobierno federal- para después ser entregados a la Oficina del Refugiado y Reasentamiento.

Craig Fugate, responsable de la Agencia Federal de Emergencias (Fema), reconoció esta semana ante el Congreso que EUA no logra cumplir esos plazos de 72 horas por el intenso flujo de inmigrantes.

Además de ese retraso, los menores pasan después una media de 35 días en la Oficina del Refugiado. “Allí se siguen dos vías”, explica Wendy Young, directora de la organización Kind, especializada en la defensa legal de menores.

“Son enviados a bases militares habilitadas en Texas, Oklahoma o California, con capacidad para unos 2,000 menores, o a la Oficina del Refugiado, con entre 5,000 y 7,000 camas”.

A la caza de los “coyotes”

El 40% del personal de la Oficina de Aduanas y Patrulla Fronteriza (CBP) está dedicado a aplacar la ola de inmigración infantil que se agolpa en la frontera sur del país, aseguró en el Congreso Brandon Judd, presidente de la Federación de Nacional de Empleados de esa institución. En una audiencia con motivo de la crisis humanitaria en el país, ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Judd explicó que cada vez más agentes de la Patrulla Fronteriza deben dejar sus labores comunes para atender a los pequeños detenidos al llegar sin compañía adulta al país y aseguró que parar el flujo debe ser una prioridad.

Al preguntarle los legisladores, Judd agregó que, debido a la necesidad de atender a los niños, es posible un nuevo flujo de miembros de organizaciones criminales que aprovechen para acceder a territorio estadounidense, mientras la patrulla se dedica a atender a los menores inmigrantes.

Ronald Vitiello, director adjunto del CBP, insistió en que los empleados de su oficina están “absolutamente comprometidos” a garantizar que los niños son tratados de la manera más humana posible dadas sus circunstancias.

Thomas Homan, director ejecutivo del Departamento de Deportaciones del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), declaró que su oficina continuará “persiguiendo vigorosamente y desmantelando estas organizaciones de contrabando de extranjeros por todos los medios”. “Estas organizaciones no solo facilitan la migración ilegal a través de nuestra frontera, sino que traumatizan y explotan a los niños que son objeto de su operación de contrabando”, afirmó. “Seguiremos trabajando con nuestros socios en América Central y México para ayudar a ubicar, interrumpir y desmantelar las redes de tráfico ilícito de delincuencia transnacional”.