Aunque no cuentan con agua potable ni energía eléctrica, y pese a que han continuado las lluvias, algunos pobladores de las colonias Planeta y la Céleo Gonzales y alrededores han comenzado las labores de limpieza.
Ayer, un número menor de habitantes, comparado al del viernes, llegaron a sus casas a sacar el lodo y algunos desechos a la calle. Bajo la lluvia, con palas y escobas, los damnificados, que han sido doblemente afectados con las tormentas, sacaban con esfuerzo el lodo, que ahora es mayor al que quedó con Eta.
|
“Todo se perdió, no logramos sacar nada (en el local y en la casa). Con Eta llegó más arriba el agua”. Hernández contó que está albergado en la casa de su hermana y le está dando prioridad a la limpieza del local porque necesita generar ingresos lo más pronto posible para salir adelante.
“Tenía unos 170 pollitos para venta. Yo pensando que el agua no iba a subir tanto los subí, pero siempre se perdieron. Unos 30,000 lempiras tenía en inversión, pero mientras Dios nos permita seguir, seguiremos”, expresó Hernández.
|
Limpieza, dura misión
Sacar los desperdicios, lavar y reparar parece ser una tarea de nunca acabar: todavía hay mucha agua en las principales vías y los pasajes. La basura está por doquier y los malos olores son difíciles de soportar. Hay quienes solo llegan a ver las condiciones en las que se encuentran sus casas y se van. Otros, pero muy pocos, son los que se han atrevido a sacar la basura y remover el lodo. Lavar es difícil porque no cuentan con agua potable ni energía eléctrica.En la zona, las pérdidas son incalculables, debido a que funcionaban muchos negocios, entre barberías, salones de belleza, tiendas de conveniencia, ventas de comida, negocios de lácteos, reparación de motocicletas, tiendas de útiles escolares, cibercafés, entre otros.
|
“Hemos avanzado, pero no hay luz ni agua. Agarramos agua lluvia y vamos limpiando”, manifestó Amador. En Chamelecón, los vecinos ya llevan tres días de limpieza, pero en la Rivera Hernández nadie ha regresado a sus casas, ya que las calles sigue anegadas. En la colonia Larios Silva, los pobladores se ven obligados a pasar por las aguas, arriesgándose a caer y ahogarse, porque la única calle de acceso está inundada.