22/04/2024
11:28 AM

Hondureños vuelven a sus casas devastados por Eta y Iota

Después de los estragos causados por Eta y Iota, son muchos los damnificados clamando por comida, ropa, medicinas, un pequeño terreno o una casa que los mantenga seguros.

San Pedro Sula, Cortés.

Los pobladores del Valle de Sula y de otras regiones del país han regresado paulatinamente a sus hogares severamente dañados luego de que las inundaciones causadas por Eta y Iota devastaran casi todo lo que tenían.

Volver a habitar las viviendas parece todavía muy lejos, ya que por ahora el objetivo en común es lavarlas, limpiarlas y desinfectarlas, además de las múltiples reparaciones o compras que deben realizar para amueblarlas de nuevo.

En los rostros de la mayoría de ellos se configura una serie de sentimientos traducidos en dolor, incertidumbre e impotencia al mirar cómo casi todo lo que construyeron por años se desvaneció de la noche a la mañana, otros en cambio, aún se mantienen firmes, positivos y guardan la esperanza de levantarse como las águilas.

Algunos vivieron esta tragedia derivada de la naturaleza por primera vez, otros repitieron la historia como cuando les tocó que escapar para ponerse a salvo durante el poderoso huracán Mith registrado en 1998.

Foto: La Prensa

Habitante de la colonia Planeta limpiando y lavando todo lo sucio que dejaron las aguas. Foto José Cantarero
Son miles de personas que permanecen en los albergues porque quedaron prácticamente en la calle, conformándose con la cantidad de alimentación que les den, la ropa que les proporcionen y exponiéndose a riesgos como contagios de enfermedades virales y hasta violaciones.

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Otra parte de la población sigue refugiada debajo de los puentes o dentro de casetas a orillas de calle y en precarias condiciones, todos diseminados entre parques, plazas y otros espacios públicos.

Quienes lograron salvar lo material que tenían en sus casas, saben que al regresar tendrán que conectar de nuevo los servicios públicos que fueron interrumpidos por las inundaciones, además de lavar y limpiar los residuos que las sucias aguas arrastraron por doquier.

Foto: La Prensa

Pobladores revisando las pertenencias de su casa tras ser alcanzados por las inundaciones. Foto Melvin Cubas
La recuperación es lenta para los pobladores de la Rivera Hernández, La Lima, Planeta, Pimienta, Choloma, Villanueva y otros sectores catalogados como los más devastados. Aunque el agua ha bajado sisgnificativamente en varios de estos lugares, la insalubridad es aún real y es una consecuencia que seguramente les pasará factura en términos de salud tarde o temprano.

Las dos tormentas tropicales dejaron destrucción material, principalmente a la agricultura y obras de infraestructura como carreteras y puentes, lo mismo que casas de familias humildes de campesinos, muchas de ellas construidas con adobe y láminas de zinc y en otros casos de pobreza muy extrema con bahareque o tablas de madera rustica.

Una tragedia para no olvidar

Eta y Iota se consideran fenómenos naturales de consecuencias catastróficas por los daños causados en Honduras, sus efectos comenzaron a sentirse el domingo pasado en la región de La Mosquitia, departamento de Gracias a Dios, colindante con Nicaragua, donde hubo precipitaciones que superaron los 200 milímetros, según expertos en meteorología.

Incomunicados
A la fecha, regiones del oriente, sur, occidente, centro y norte de Honduras siguen incomunicadas debido por la destrucción parcial o total en carreteras y puentes que dejaron las lluvias derivadas de Eta e Iota.
Ambos fenómenos también causaron inundaciones en departamentos como Olancho y El Paraíso, lo mismo que en toda la zona costera que abarca los departamentos de Atlántida, Cortés e Islas de la Bahía, y en Yoro (norte), Comayagua (centro), y los restantes en el occidente que colindan con Guatemala y El Salvador.

Foto: La Prensa

Imagen de una cama totalmente afectada y dejada en la basura producto de las inundaciones. Foto José Cantarero
Ciudades inundadas, casas completamente destruidas, familias desesperadas, cultivos agrícolas anegados y otros daños forman el panorama de destrucción que se ve en la zona productiva del Valle de Sula, afectada principalmente por las crecidas de los ríos Ulúa y Chamelecón.

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Miles de rescatistas, entre miembros de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional, Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja, Cruz Verde, Copeco y muchos voluntarios, han realizado innumerables operaciones de rescate de damnificados con el apoyo de naves aéreas y embarcaciones de los órganos de seguridad, así como otras facilitadas por empresas y personas particulares.

Hasta ahora no hay una cifra exacta de las pérdidas causadas por los dos fenómenos naturales, que globalmente han dejado más de 70 muertos, mientras que las pérdidas económicas según algunos analistas podrían superar los 3,000 millones de dólares.

Según organismos de socorro, más de 3 millones de hondureños resultaron afectados por los dos fenómenos naturales y la cifra de albergados pasaría los 100,000.

Alternativas de reconstrucción de país

El presidente Juan Orlando Hernández anunció recientemente la creación de una fuerza de tarea para atender la emergencia provocada por las tormentas tropicales Eta y Iota en las zonas centro-sur, que se suma a otro grupo de trabajo en la zona de occidente, buscando llevar asistencia humanitaria a los afectados en el menor tiempo posible.

Para el Valle de Sula, que sigue siendo una zona doblemente afectada por Iota y Eta, está la designada presidencial María Antonia Rivera trabajando con los alcaldes y acompañada por el general de Copeco Jaime Omar Silva, quien se encarga de la región norte y occidente, y que tiene que ver con la entrega de ayuda humanitaria, procesos de rescate, así como identificar las acciones de asistencia humanitaria y rehabilitación de caminos.

El ministro de la Secretaría Finanzas, Marco Midence, afirmó que esta semana se realizaron las transferencias ordinarias al 100% de los municipios del país, de las cuales pueden disponer hasta un 50% para ayuda humanitaria de urgencias y también para limpieza y la rehabilitación de esas comunidades.

También afirmó que a partir del lunes se inicia “la programación de pago de transferencias de lo que corresponde a las 298 alcaldías, de manera que quiero ratificarle a los municipios de las zonas afectadas que ya deberían de tener la disponibilidad y que pueden contratar servicios y poder empezar a desplegar recursos para atención inmediata”.

El secretario de Coordinación General de Gobierno, Carlos Madero, afirmó que “ya se encuentra la maquinaria disponible en los 18 departamentos del país para la rehabilitación de carreteras, vados, puentes”.

“Es muy probable que en algunos lugares entre más rápido que en otros porque la saturación de agua quizás es mayor y se debe esperar que se sequen los terrenos un poco”, explicó.

Inversión Estratégica de Honduras (Invest-H), la Secretaría de Desarrollo Comunitario, Aguay Saneamiento (Sedecoas) y la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep) están trabajando en conjunto y cuentan con un fondo inicial de 200 millones de lempiras para realizar obras de rehabilitación.

Foto: La Prensa

Una vivienda destruida por derrumbes suscitados en una aldea de Santa Cruz de Yojoa. Foto José Cantarero
Madero informó que se ha confirmado la ayuda de la Organización de las Naciones Unidas por tres millones de dólares, donación que será focalizada “en los municipios y departamentos más afectados” y por medio de ayuda humanitaria inmediata para los afectados que se encuentran en albergues o que sufrieron enormes daños en sus hogares.

El funcionario concluyó diciendo que se trabaja en un plan de reconstrucción sostenible de Honduras, “que se está estructurando y para el cual se cuenta con el aporte de la Comisión Económica para América Latina para que realice el recuento de daños ocurridos a causa de los fenómenos naturales”.