15/04/2024
11:18 PM

Vuelven las protestas por temidos apagones en Honduras

Cuando aumenta excesivamente la demanda, la Enee corta la energía en algunas zonas. Manuel Arriaga, exgerente de la estatal, dice que urgen trabajos de emergencia en subestaciones y en la red de transmisión.

San Pedro Sula, Honduras

Un año después de haber cruzado un ciclo de tres meses de interrupciones del servicio de energía, los hondureños vuelven a sufrir por los sorpresivos apagones que, en la medida que se reactiva la economía y aumenta la temperatura, se tornan repetitivos y anuncian la llegada de una crisis mucho más grave que la de 2019.

Estas nuevas interrupciones ya están obligando a cientos de personas que residen en los sectores más poblados de San Pedro Sula a hacer manifestaciones para exigirle a la Empresa Energía Honduras (EEH) la reactivación inmediata del servicio y la indemnización de los daños causados a los aparatos eléctricos de los hogares.

Otros hondureños, como Francisco Castillo, un paciente de diabetes de 66 años, corriendo el riesgo de contagiarse de COVID-19, se despoja de la camisa y sale a la acera de su casa a tomar aire fresco cuando el ventilador deja de girar por algún corte inesperado.

“Cuando se va la luz no solo nos quedamos a oscuras, yo me quedo sin ventilador. Con este
calor sofocante salgo de la casa y me siento en la acera hasta que la luz vuelve. En ese tiempo me puedo contagiar del COVID o alguien me puede asaltar porque todo está oscuro”, dijo Castillo, directivo del patronato del populoso barrio Medina. Los cortes de energía ocurren con mayor frecuencia en las horas pico, cuando la demanda nacional supera los 1,500 megawatts, alrededor de las 12:00 m, y entre las 6:00 pm y 7:00 pm, de acuerdo con registros del Operador del Sistema (ODS).

Foto: La Prensa

La crisis de energía ha provocado indignación en diferentes sectores de San Pedro Sula. En colonias Jucutuma, Cabañas y Las Brisas se han tomado las calles por la misma razón desde el mes anterior.

Resto del país

Estos recurrentes cortes no solo sacan a las calles a los sampedranos, también causan descontentos y preocupación en los habitantes del litoral atlántico, especialmente en los de La Ceiba, la ciudad más golpeada por la crisis energética de 2019.

En este nuevo capítulo de interrupciones, Raúl Ponce, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Atlántida, cree que “la pandemia y el problema energético es una combinación perfecta para un descalabro para la economía de toda la zona atlántica”.

“Necesitamos un mejoramiento de las subestaciones de energía, mejoramiento de las líneas de transmisión porque están funcionando desde hace muchos años”, dijo.

Para conocer las causas de los cortes de energía en esta ciudad y encontrar soluciones, los directivos de la Cámara de Comercio e Industrias de Atlántida se reunieron en las últimas semanas con los generadores privados, la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee), ODS y Comisión Reguladora de Energía Eléctrica (Cree); sin embargo, hasta ahora la situación negativa persiste.

Foto: La Prensa

Vecinos de residenciales como Salamanca, Villas Paraíso, Paseo La Fuente y Valencia salieron a las calles en protesta por los constantes apagones que sufren a diario.

Causas

En diciembre del año pasado, el ODS le presentó a la Cree el Plan Indicativo de Expansión de la Generación del Sistema Interconectado Nacional en el cual indicó que el déficit de energía en horas pico se había quintuplicado y el déficit de potencia se había triplicado de 2017 a 2019.

En las horas críticas del verano de los últimos tres años, en el Sistema Interconectado Nacional pasaron de 4,109,358 kWh y potencias de alrededor de 30 MW (2017) a 19,555,081 kWh y potencias de alrededor de 93 MW (2019), según el informe de ese organismo el cual planteó la necesidad de nuevas inversiones para modernizar el sistema para evitar nuevas crisis como la que se podría desatar en breve si el verano arrecia.

A juicio de José Manuel Arriaga Yacamán, exgerente de la ENEE, el país enfrenta este escenario de apagones “porque desde el año 2000 no volvieron a invertir en transmisión y distribución” por la “iliquidez en la que vive (la Enee), con un déficit de L80,000 millones, o por falta de gestión para obtener financiamientos”.

Para evitar una crisis, Arriaga Yacamán considera que, en primera instancia, la Enee debe realizar “los trabajos de emergencia” en subestaciones y en la red de distribución.
Después, con $150 millones financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), “debe repotenciar las subestaciones y la transmisión”.

Foto: La Prensa

Luego, “licitar y comprar más energía, ampliar y repotenciar las líneas de transmisión, ampliar y repotenciar la subestaciones y ampliar y repotenciar las líneas de distribución”.
El principal factor que causa los actuales apagones estriba en la generación, según Arriaga Yacamán.

“El año pasado debió entrar a producir el proyecto Patuca III. En La Ceiba dijeron que entrarían 70 megavatios y solo entró una parte.

Dijeron que entraría a operar una planta de 30 megavatios de Puerto Cortés. Esa planta, al igual que de La Ceiba, están contratadas y no entraron.

Una planta de 80 megavatios terminó su contrato y salió de operaciones y no la sustituyeron. Esos problemas más el crecimiento vegetativo de la demanda del año pasado y de este año hacen que tengamos un déficit en la generación de 250 y 300 megavatios en verano”.

“El segundo factor es la transmisión. Desde el año 2000 no han hecho expansiones del sistema de transformación.

Foto: La Prensa

¿Qué es lo que pasa?

En el país han planificado mal la generación de energía. La mayor parte es generada en la zona sur (están las plantas térmicas, las solares y las eólicas) y el consumo está en el norte.

Eso hace que la energía, por problemas de capacidad en las líneas de transmisión y en las subestaciones, no llegue al norte. Entonces, en San Pedro Sula tenemos problemas en las líneas que vienen de El Progreso, Santa Martha y San Pedro Sula sur. No tiene capacidad para transmitir toda la energía requerida”, explicó.

Además, “cuando esa energía llega a la subestaciones del norte tienen problemas para pasar de alto voltaje a medio voltaje (a las líneas de distribución que están en las calles), los transformadores no tienen capacidad porque desde el año 2000 no han invertido”, dijo, y citó como ejemplo que en San Pedro Sula, en el sector del Hospital Catarino Rivas, sector Altia, Estado Olímpico, con el crecimiento en la 27 y 33 calles, la capacidad de distribución está topada”.

“Si usted va a abrir una empresa allí, no le pueden ofrecer energíaporque las subestaciones y las líneas de distribución llegaron al límite”, puntualizó Arriaga.

Guillermo Peña, miembro del ODS, coincide con el experimentado Arriaga Yacamán y recuerda que estos apagones “pudieron haberlos evitado si unos años atrás hubieran tomados las medidas, hubieran invertido, pero ahora es tarde”.

Peña le dijo a Diario LA PRENSA que el Gobierno, a través de la Enee, debe ejecutar el Plan de Expansión de la Red de Transmisión del Sistema Interconectado Nacional y el Plan Indicativo de Expansión de la Generación del Sistema Interconectado Nacional, realizados por el ODS por orden de la Ley General de la Industria Eléctrica, para “evitar en los próximos años problemas como los actuales”.

Pero en este momento “si sigue la demanda igual y se mantiene el calor, solo se van a poder satisfacer 1,465 megas contra una demanda de 1,550 megas. Unos 90 megas no se van a poder suplir. El déficit finalmente se traduce en racionamiento. Las temperaturas altas pueden alargar esto. No hay una alarma, esto ya lo habíamos advertido y la junta interventora de la Enee no quiso proceder con las contrataciones porque creyó que había alguna movida”, dijo.

Cuando la demanda sobrepasa el pico máximo, de acuerdo con Peña, “para mantener el sistema hay que abrir circuitos, y eso significa apagar circuitos”, es decir, la Enee sacrifica quitándoles la luz a los habitantes de zonas de las ciudades más pobladas o regiones del país.