Hace unos 35 años, Dolores Isbela Enríquez se sumergía plácidamente en el río, nadaba libremente, lavaba la ropa y sacaba agua para asear los platos en su casa. Ahora, cuando tiene 71 años de edad, no se atreve ni a meter los dedos de los pies porque se “pueden podrir de tanta contaminación”.
Enríquez, sus hijos y nietos viven en la aldea Copén, a 15 metros del cauce, y durante 50 años ha visto cómo el río “dejó de tener agua clara por agua negra”.
“Soy nativa de este monte. Tengo 50 años de vivir en esta casa. El río era sano, era limpio. Allí nos bañábamos. En ese tiempo no teníamos agua potable y hacíamos pozos a la orilla del río para sacar agua y lavar ropa”, recuerda.
| 4 municipios afectados.Los habitantes de San Pedro Sula, La Lima, Choloma y Puerto Cortés son afectados por la contaminación del río Chamelecón.
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| Antes de llegar al mar Caribe, en Baracoa, Puerto Cortés, el agua es completamente oscura.
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Ruta de contaminación. Para detectar el origen de la contaminación, periodistas de Diario LA PRENSA realizaron una exploración aérea sobre el cauce y lograron establecer que las aguas cambian de color en la medida que cruzan la periferia de la ciudad.
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Antes de entrar al municipio de San Pedro Sula, a unos 24 kilómetros, en Naco, Santa Bárbara, esta vertiente aún conserva las aguas cristalinas, transparentes que permiten ver las piedras de su lecho.
Pero estas toman un color verdusco al fluir cerca del puente metálico que conecta la carretera a Tegucigalpa con la entrada de la ciudad.
| En Naco, Santa Bárbara, las aguas son tan transparentes que permiten ver el fondo del río.
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| Reunión clave
Aguas de San Pedro y la Municipalidad se reunirán hoy martes para definir la construcción de las plantas de tratamiento que tuvieron que haber entrado en funcionamiento hace una década.Edwin Gómez, director de la Unidad de Concesiones, le pedirá explicaciones a Aguas de San Pedro sobre el motivo por el cual no incluyeron a la Municipalidad en el proceso de licitación de construcción de las plantas. Mauricio Chiovelli, gerente de la concesionaria, le exigirá a la Municipalidad que libere el terreno de invasores y la aprobación del Plan Maestro de alcantarillado.
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“En este lugar, el río está más contaminado. No hay vida. Nosotros podemos tirar un anzuelo y no sacamos nada. No viven los peces porque la contaminación los mata”, dice Juan Hernández.
Hernández (de 42) rememora que “cuando era un niño salía a pescar en cayuco” a través del río “y siempre lograba sacar pescados y camarones”. Ahora “no hay nada”.
Los diferentes colores que cobran las aguas obedece, según el biólogo Alex Vallejo, profesor de biología en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (Unah-vs), a la contaminación extrema que convierte los ríos en zonas anóxicas.
“El río Chamelecón es usado básicamente como una letrina de las ciudades por las cuales va cruzando ante la ausencia de sistema de tratamiento de aguas residuales que puedan atender la problemática de no descargar las aguas contaminadas sobre este recurso. En este caso, la ciudad de San Pedro Sula es la que más contamina. Es la ciudad más grande, con un millón de habitantes que descargan sobre diferentes afluentes superficiales que cruzan la ciudad y desembocan en el río Chamelecón en diferentes puntos”, dice.
| Después de cruzar todo el municipio de San Pedro Sula, las aguas llegan a Copén con un color achocolatado.
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Pero es esencial que “la ciudad debe contar con un sistema de aguas residuales y no seguir causándole más daño al ecosistema acuático que ya de por sí está bastante alterado”, dice.
La Municipalidad y Aguas de San Pedro, la empresa que ganó una concesión para administrar (durante 30 años) el sistema de agua y saneamiento, aún no han llegado a acuerdos definitivos para modernizar la red de alcantarillado y construir tres plantas.
Estos dos actores (de los cuales depende la salud pública de los sampedranos) se han embotellado en discordias que han frenado el desarrollo de los proyectos y han propiciado el aumento de la contaminación en el río.
Para Julio Sanmartín Chicas, ambientalista de Coral Reef Aliance, la contaminación es un problema grave porque tiene un impacto ambiental en la costa atlántica.
“Cuando hay aguas contaminadas hay exceso de nutrientes y esto aumenta la cantidad de algas que matan los arrecifes de coral en el mar Caribe.
Los arrecifes son fundamentales para la reproducción de especies. Básicamente se ve afectada la pesca”, dice.