La industria biomédica (Life Science) —que abarca la producción de dispositivos médicos y productos farmacéuticos— avanza a buen ritmo, pero enfrenta un desafío estructural: asegurar una infraestructura energética estable que evite interrupciones y garantice el cumplimiento de estrictas regulaciones internacionales.
La confiabilidad del suministro eléctrico no solo es vital para mantener operativos los equipos de producción, sino también para preservar la integridad de los datos, asegurar la calidad de los productos y evitar pérdidas económicas considerables. Según estimaciones de REDICA Systems, hasta un 10% de la facturación de las empresas del sector se pierde debido a fallas en la calidad de la energía. Además, interrupciones prolongadas en los sistemas de TI pueden significar pérdidas de hasta 300.000 dólares por hora.
Frente a este panorama, expertos recomiendan la modernización de la infraestructura tecnológica y eléctrica en las instalaciones. La adopción de soluciones como los Sistemas de Alimentación Ininterrumpida (SAI), por ejemplo, permite mejorar la eficiencia energética y reducir los costos operativos. Algunos modelos, operando en modo ecológico, alcanzan niveles de eficiencia del 99%.
Actualizar centros de datos también representa una ventaja competitiva. La compañía Schneider Electric estima que una renovación tecnológica puede elevar la eficiencia energética hasta un 67%, gracias a sistemas que permiten un mejor acceso y visualización de datos históricos, almacenamiento nativo y generación de reportes con alta integridad.
La implementación de arquitecturas inteligentes —como las soluciones EcoStruxure de Schneider Electric— permite el monitoreo continuo de sistemas críticos, la emisión de alertas predictivas y la respuesta proactiva a posibles fallos. Equipos como los breakers MTZ incluso permiten cortes de energía remotos, mejorando la seguridad operativa.
Además, el uso de tecnologías avanzadas como gemelos digitales, inteligencia artificial, realidad aumentada y simulaciones, está transformando la capacidad de las plantas para anticiparse a fallos, optimizar procesos y controlar variables ambientales como temperatura, humedad y limpieza, aspectos críticos en la industria biomédica.
Estas soluciones no solo apuntan a la eficiencia y la productividad, sino también al cumplimiento de normativas. Herramientas como el EcoStruxure Building Operation Compliance Pack ayudan a simplificar procesos regulatorios, proteger contra ciberataques y fortalecer la trazabilidad de eventos críticos dentro de la cadena de producción.
Con un crecimiento sostenido, la industria biomédica en Honduras necesita avanzar hacia una infraestructura moderna, automatizada y resiliente, capaz de sostener operaciones ininterrumpidas y garantizar los más altos estándares de calidad y seguridad en un entorno altamente regulado.