Los países de Centroamérica enfrentan “un reciclamiento de la violencia”, que dejó de ser política y estar alimentada por el terror y devino en un fenómeno que es como “una pinche lepra” que “no se te va del brazo”, explicó a Efe el escritor Horacio Castellanos Moya.
“La violencia política dejó de existir y fueron sociedades, sobre todo la salvadoreña, que padeció una enorme violencia política y la recicló en violencia criminal”, sostuvo el autor de la novela “La sirvienta y el luchador” (Tusquets, 2011), ambientada precisamente en los prolegómenos de la guerra civil salvadoreña.
Esta semana Castellanos Moya habló de la realidad de centroamericana al presentar su novela en México, la última entrega de una historia familiar. “Son sociedades que permanentemente mantienen a un sector marginado de juventud al que sólo le dejan la opción de la violencia, absolutamente fuera de todos los circuitos de la sociedad”, señaló.
De la nueva obra
“Ahí están las maras, no es gratuito, y la cantidad de ‘maras’ que hay en El Salvador es casi el mismo número que había en el ejército guerrillero. Es decir, dos generaciones después es el mismo fenómeno sin ideología y sin política, no se puede incorporar a esa población al cuerpo normal de la sociedad”, lamenta el escritor.
La nueva historia de Castellanos Moya tiene como escenario el San Salvador de los años 80, con toda su violencia e impunidad; sus personajes confirman lo que él sabe tras años explorando esos territorios desde la literatura y el periodismo: que en tiempo de guerra se liberan las energías más negativas en los seres humanos, pero también las energías más positivas. Que por cada víctima siempre hay un criminal.