El aroma a primavera y el entusiasmo de selectas damas de la alta sociedad sampedrana predominaron en la tarde de fiesta en honor a Isabel Pineda, quien arribó a un nuevo cumpleaños y cuya fecha no podía pasar inadvertida por sus relaciones sociales.
El bar Tapas y Copas fue engalanado para que las invitadas se la pasaran de lo mejor, relajadas y charlando amenamente con la anfitriona, quien llegó al recinto después de las cinco de la tarde y los aplausos, abrazos y buenos deseos le fueron transmitidos por cada una de sus allegadas.
Su hija Alejandra Córdoba Pineda se encargó de escoger muchos de los detalles que hicieron del convivio un encuentro inolvidable, ya que Isabel estaba radiante y lucía emocionada por el cariño con el que fue recibida y más aún, festejada.
A las ocho de la noche, todas juntas le cantaron el Feliz cumpleaños y le desearon bendiciones porque Dios le ha permitido vivir plenamente.