La archimillonaria heredera sin profesión conocida Paris Hilton dejó a un lado su imagen de “reina de la noche” y se vistió de princesa para acudir como invitada especial al baile de la Ópera de Viena, el evento del año en la capital austríaca que siempre apadrina algún personaje famoso.
Parece que la elección no fue del agrado de los vieneses, que no dudaron en recibir a la rubia con una lluvia de objetos de todo tipo cuando la cantante, modelo y actriz entraba en unos almacenes de la capital.
La heredera del imperio hotelero Hilton no tuvo más remedio que suspender la firma de autógrafos que tenía prevista.
La excéntrica joven no dejó ni un minuto de saludar y mostrar su mejor sonrisa. Tras el “baño de masas”, la estadounidense se presentó, junto a sus padres, en el palco de la ópera de Viena dispuesta a disfrutar del espectáculo, que parece no fue de su agrado.
Sin copas ni música similar a la que acostumbra a escuchar en los “saraos” hollywoodenses, Paris no hizo más que bostezar durante todo el acto, entre gestos de cansancio. No tuvo reparo en hablar por el móvil durante el acontecimiento.
Cumpleaños
Tras la cita con la música en Viena, Hilton pasó el fin de semana en la estación de esquí de Ischgl, al oeste de Austria, donde familiares y amigos le ofrecerán una fiesta por sus 26 años y en la cual piensa esquiar, aseguró.
Pero nunca todo es diversión para la joven, que también aprovechará para lanzar un nuevo producto con su nombre.
Se trata del vino espumoso italiano enlatado, que pese a tener un ligero contenido alcohólico, no cree que perjudique su imagen, según dijo en una conferencia en la que no se permitieron preguntas sobre su vida privada.