Estados Unidos.
Pese a que la ruptura del compromiso de Paris Hilton con Chris Zylka se da ya por confirmado, ella aún no se ha pronunciado sobre el final de su relación o sobre el cuestionado destino del anillo que su ex le entregó cuando le propuso matrimonio el pasado enero durante unas románticas vacaciones en Aspen.
Lo que sí está claro es que la celebridad y empresaria no piensa permitir que su último fracaso sentimental interrumpa su agenda profesional y este mismo jueves aterrizó en el aeropuerto de Melbourne para promocionar su nueva fragancia con una sonrisa de oreja a oreja.
La famosa rubia incluso se detuvo durante unos instantes para dejarse fotografiar por los paparazzi realizando una de sus poses habituales: con la mano colocada en la cadera destacando, de forma casual, la ausencia de una joya en su dedo anular.
Obviamente Paris no iba a seguir luciendo el anillo de la discordia después de la ruptura, pero qué sucederá exactamente con él sigue siendo un misterio.
Las últimas informaciones que circulan al respecto apuntan a que ella se negaría a devolverlo al considerar que se trataba de un regalo de Michael Greene, el joyero que diseñó la sortija y amigo personal suyo.
Su razonamiento sería que el intérprete de 'The Leftovers' no tuvo que pagar por la joya de veinte quilates -que tardó cuatro meses en confeccionarse- al tratarse de un obsequio para ella que, por tanto, ofrecería una promoción inestimable a la compañía responsable de su creación.
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Su exprometido no compartiría su punto de vista y estaría dispuesto a recurrir incluso a la justicia para que le diera la razón y, de paso, demandar a la DJ por dos millones de dólares para impedir que hable de él en público y como compensación por el dinero que se gastó en ella durante el tiempo que duró su historia de amor.
