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Papanicolau a los 21

  • 22 noviembre 2009 /

Las nuevas directrices que indican que la mayoría de las mujeres veinteañeras pueden realizarse el análisis de papanicolau cada dos años en vez de anualmente para detectar posible cáncer cervicouterino.

    Las nuevas directrices para el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos indican que la mayoría de las mujeres veinteañeras pueden realizarse el análisis de papanicolau cada dos años en vez de anualmente para detectar posible cáncer cervicouterino.

    El cambio en las indicaciones surgen después de un debate similar sobre cuándo deben comenzar a realizarse mamografías las mujeres para detectar el cáncer de mama. La sincronización con las directrices del papanicolau es una coincidencia, dijo el Colegio de Obstetras y Ginecólogos que comenzó a revisar sus recomendaciones a finales de 2007.

    El colegio se refirió a estudios que muestran que no hay aumento en el riesgo de desarrollo de cáncer en las mujeres en sus veinte años si se realizan el papanicolau cada dos años en vez de cada uno.

    Las directrices también dicen que los papanicolau deben comenzar a los 21 años. El colegio había recomendado antes de que el primer estudio se realizara tres años después de la primera relación sexual o a los 21 años.

    Las mujeres de treinta años o más deben esperar tres años entre los papanicolau una vez que hayan tenido tres pruebas consecutivas sin resultados anormales.

    Otras directrices nacionales habían recomendado por mucho tiempo un intervalo de tres años.

    El Acog había recomendado antes un intervalo de dos a tres años. Las mujeres con vih, otras condiciones inmunodepresivas y anormalidades cervicales previas podrían necesitar estudios más frecuentes.

    Para detecciones tempranas

    El papanicolau puede detectar cambios en el cuello del útero a tiempo para prevenir el cáncer.

    La mitad de las mujeres que son diagnosticadas con cáncer cervicouterino no se han realizado un papanicolau nunca y otro 10% no se lo ha realizado en cinco años.

    En cuanto a las adolescentes, el Acog dijo que el cáncer cervicouterino es poco común, con uno o dos casos por cada millón de jóvenes de 15 a 19 años, mientras que las anormalidades causadas por ciertas cepas del virus del papiloma humano, VPH, que lleva a este tipo de cáncer, suelen desaparecer por sí mismas.

    Además, el tratamiento innecesario para las adolescentes aumenta el riesgo de embarazos prematuros en el futuro.

    El VPH es un virus de transmisión sexual extremadamente común en la población. Existe una nueva vacuna contra el VPH que podría reducir el cáncer cervicouterino. Por ahora, las directrices del Acog señalan que por ahora las mujeres que reciben la vacuna deben seguir las mismas recomendaciones que las que no se han vacunado.

    Las nuevas recomendaciones reflejan un mejor entendimiento del VPH. La infección es muy común entre los adolescentes sexualmente activos y los adultos jóvenes.

    El cuerpo de las mujeres suele luchar contra las infecciones de VPH por sí mismo sin que tenga lesiones permanentes, aunque esto puede durar un año o dos. Entre más jóvenes son las mujeres es más probable que el VPH sea pasajero.

    En Honduras

    En el país, la vacuna contra el cáncer cervical ya está disponible en el sector privado e incluye varias dosis.

    La Liga contra el Cáncer ya cuenta con la misma vacuna y tiene un precio accesible, considerando la gravedad de la enfermedad y que las estadísticas muestran que el cáncer cervical es uno de los que más muertes cobra cada año.

    La vacuna se puede aplicar desde los 12 años de edad, aunque las adolescentes no lleven una vida sexual aún, la idea es la prevención total del mal.