Dentro de la serie La casa de las flores existe una rosa salvaje que destaca de entre todas por su belleza, su naturalidad al actuar y su sentido del humor: es Verónica Castro.
La actriz mexicana, quien llevaba casi una década alejada de la televisión y del cine, retoma su carrera como la matriarca de una familia llena de pasiones encendidas, donde todos parecen pelear por su derecho de nacer, y que nos recuerda que los ricos también lloran.
Sépalo
Castro actuará en una segunda temporada de la serie, pues dice que después del final, su personaje no tiene más que dar.
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“Vienes con un montón de marañas en la cabeza y te cuesta trabajo aceptar lo que está pasando en la actualidad, pero si no te renuevas, te mueres. Yo todavía tenía energía para hacer algo y quería ver para qué me alcanzaba mi tiempo”, explica Verónica en entrevista con Reforma.
Castro interpreta a una mujer de clase alta que trata de guardar las apariencias a pesar de que su familia no es precisamente perfecta.
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En la nueva producción de Netflix, La casa de las flores, la intérprete, de 65 años, interpreta a Virginia de la Mora, una mujer que vive en una de las residencias más exclusivas de México, quien desea tener siempre la familia perfecta y que su florería recupere el éxito de antaño.
Su vida empieza a desmoronarse cuando la amante de su marido se ahorca dentro de su negocio en plena fiesta de cumpleaños, provocando un efecto dominó de secretos y mentiras que amenaza con destrozar su estatus social.
“Somos una sociedad establecida y es difícil cambiar esas estructuras sociales que traemos los viejos.
Este personaje me sirve porque además de que me tengo que abrir como actriz y aceptar, tengo que apoyar.
Dijo
“Se acabó esta mujer. ¿Qué más quieren ver de ella? A la mejor quieren, pero yo ya no”, dijo Castro en conferencia.
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A lo largo de los 13 episodios, Virginia (Castro) aprende a sacudirse el qué dirán y a valorar más a sus hijos: Julián (Darío Yazbek Bernal) quien se declara bisexual; Elena (Aislinn Derbez) que se divide entre dos amores, y Paulina (Cecilia Suárez) quien se reencuentra con su ex esposo transexual.
Para el resto del elenco, tener a Castro, quien ha protagonizado una serie de telenovelas como Los ricos también lloran, Flor salvaje, El derecho de nacer, Pueblo chico, infierno grande, Mi pequeña soledad, entre otras, en el set fue como una cátedra de actuación, pues la vieron explorar su particular sentido del humor y, al mismo tiempo, salirse de su zona de confort, al aparentar fumar marihuana y tener un desliz con otro hombre.
“Acá fumo hierba (marihuana); permito sexo, permito todo: sexo, droga y rock and roll”, confiesa Castro.
“Estoy nerviosa porque mi público de antes no sé cómo vaya a tomar mi personaje; el público de ahora no sé cómo me vaya a recibir, si le guste o no”, agregó.
Eso sí, la actriz dejó claro que se mantiene al margen con las decisiones que sobre su vida tomen las personas.
“A todo el mundo respeto porque me gusta que me respeten a mí también. Respeto a la gente que fuma y se mete cosas; a la gente que tiene sexo y que no lo tiene. A todos para que no se metan conmigo porque no les voy a decir lo que hago yo”, menciona.
La serie ya está disponible en Netflix.
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Para Aislinn Derbez, trabajar al lado de una de las grandes estrellas mexicanas fue intimidante. “Al inicio yo tenía muchos nervios de que fuera una diva, alguien difícil de tratar, pero es una mujer súper humilde. Eso es algo que le aprendí mucho a ella.
Era muy bromista. Se la pasaba contándonos chistes, haciéndonos reír y creando un ambiente de mucha armonía. Fue un placer conocerla”, señaló Derbez.