El príncipe de Asturias pidió “tranquilidad” ante el próximo nacimiento de su segunda hija, ya que, en principio, “no hay nada programado” en relación con la fecha de ese alumbramiento.
En una conversación informal con los periodistas tras clausurar un evento, Felipe comentó que “la obstetricia significa paciencia” y ante la pregunta de si el alumbramiento podría ser en las dos próximas semanas, dijo que confiaba en “no fastidiar el puente”.