Después de 15 años fuera de los escenarios, la cantante Jessica Simpson regresó a la televisión con una actuación especial durante la final de la temporada 23 de American Idol. Su presentación incluyó el estreno de su nuevo sencillo, Blame Me, y un dueto con el exconcursante Josh King interpretando These Boots Are Made for Walkin’, uno de sus temas más recordados.
Un regreso esperado
Con 44 años, Simpson sorprendió al público no solo con su interpretación vocal, sino también con su presencia escénica. Luciendo un llamativo vestido plateado, recibió una ovación de pie del jurado, compuesto por Luke Bryan, Carrie Underwood y Lionel Richie.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue su colaboración con Josh King, eliminado previamente del certamen. Juntos interpretaron el éxito que Simpson popularizó en 2005, generando nostalgia entre los asistentes y televidentes.
¿Qué sigue para Jessica Simpson?
El regreso marca una nueva etapa en su carrera artística. La cantante lanzó recientemente su EP Nashville Canyon, Pt. 1 y su participación en American Idol ha generado entusiasmo por posibles nuevos proyectos musicales y futuras presentaciones en vivo.
La actuación fue ampliamente comentada en redes sociales, donde seguidores celebraron su regreso y destacaron su evolución musical y escénica. Simpson reafirma así su vigencia en la industria y deja abiertas las puertas para nuevas sorpresas en el mundo del espectáculo.
La segunda parte de Nashville Canyon se lanzará a principios del verano de 2025.