Ciudad de México.
El cantante Gerardo Ortiz acudió a la Fiscalía General del Estado de Jalisco para declarar por la grabación de un video musical en donde hace apología del delito y que fue filmado en una casa vinculada al cartel Jalisco Nueva Generación.
El intérprete de música grupera permaneció durante cuatro horas en la Dirección de Contraloría y Visitaduría de la Fiscalía para dar detalles acerca de la producción del video, según informó la dependencia estatal.
Ortiz grabó el video de la canción Fuiste mía en una finca de Zapopan que en noviembre de 2014 fue escenario de una balacera y asegurada por la Policía Federal tras conocer que era usada como casino clandestino.
En ese lugar se encontraba Daniel Quintero Riestra, identificado como uno de los líderes del cartel Jalisco Nueva Generación y quien fue detenido en octubre de 2015.
El video de Ortiz fue rodado en diciembre de 2015, pese a que la casa tenía sellos de clausura y la alcaldía negó los permisos para utilizarla.
También causó polémica porque en las imágenes aparecen policías y patrullas del Ayuntamiento, así como por incitar al feminicidio al contener escenas donde el protagonista tortura y prende fuego a una mujer.
El cantante Gerardo Ortiz acudió a la Fiscalía General del Estado de Jalisco para declarar por la grabación de un video musical en donde hace apología del delito y que fue filmado en una casa vinculada al cartel Jalisco Nueva Generación.
El intérprete de música grupera permaneció durante cuatro horas en la Dirección de Contraloría y Visitaduría de la Fiscalía para dar detalles acerca de la producción del video, según informó la dependencia estatal.
Ortiz grabó el video de la canción Fuiste mía en una finca de Zapopan que en noviembre de 2014 fue escenario de una balacera y asegurada por la Policía Federal tras conocer que era usada como casino clandestino.
En ese lugar se encontraba Daniel Quintero Riestra, identificado como uno de los líderes del cartel Jalisco Nueva Generación y quien fue detenido en octubre de 2015.
El video de Ortiz fue rodado en diciembre de 2015, pese a que la casa tenía sellos de clausura y la alcaldía negó los permisos para utilizarla.
También causó polémica porque en las imágenes aparecen policías y patrullas del Ayuntamiento, así como por incitar al feminicidio al contener escenas donde el protagonista tortura y prende fuego a una mujer.
