Muchas veces los líderes se topan con un equipo de trabajo desintegrado, donde la fricción y los desacuerdos entre ellos están a la orden del día, lo que afecta la productividad y la cooperación.
¿Qué hacer en este tipo de casos? Para saber qué medidas tomar ante un equipo desintegrado, hay qué conocer cuál es el origen de sus conflictos.
Conocer a cada uno de los miembros para detectar de dónde podría provenir la falta de entendimiento. Incluso puede ser que el origen del asunto sean cosas personales dice Leticia Barrios, instructora y capacitadora de recursos humanos.
Debe enfrentar el asunto y conocer a fondo el motivo de los desacuerdos del grupo; una de las formas es hablando con cada uno, también puede ser una charla grupal aconseja la experta.
Pero también señala que en este caso se debe ser muy cuidadoso tratando de que no se eleven los niveles de enojo, ya que lo que se busca es encontrar soluciones, no empeorar la situación.
Otra cara
Y si la situación es que hay un colaborador intrigoso… ¡o hasta el mismo líder! Cuando una persona empieza a intrigar dentro del mismo, la desarmonía empieza a aparece; pero es peor cuando el mismo jefe es quien tiene estas actitudes.
¿Qué hacer? Si es un colaborador quien está introduciendo las intrigas, tiene que ponerle un alto inmediatamente. Analizar con éste las consecuencias de sus acciones y decirle claramente el tipo de comportamiento que en el futuro espera de él.
Si usted es quien actúa conforme al “divide y vencerás”, está haciendo que el rendimiento de tu equipo decaiga tremendamente y que, al final, tú también serás perjudicado, ya que la empresa o institución donde esté le mide por resultados y si los colaboradores no los están logrando, esto también le afectará a usted.