06/11/2024
08:21 PM

Flores, rancheras y lágrimas para recordar al 'Divo de Juárez”

  • 29 agosto 2016 /

Ciudad de México.

En la mítica plaza Garibaldi de Ciudad de México, donde se reúnen los tradicionales grupos de música mariachi, entonaban al son de guitarrones, trompetas y violines la triste melodía de Amor Eterno, uno de los éxitos con que sacudió a Hispanoamérica y el mundo el “Divo de Juárez”.

Al fondo, frente a la estatua metálica de un Juan Gabriel con los brazos abiertos, cientos de personas se acercaban a ofrecer flores, cartas y velas para despedir al artista, fallecido el domingo tras un infarto fulminante en su casa de Santa Mónica, California.

“Venimos a despedirnos de una forma simbólica, frente a su monumento, que es lo único que nos queda”, dijo a la AFP Patricia Medina, ama de casa de 36 años, mientras se tomaba fotografías frente al improvisado altar en la Plaza Garibaldi. “Todas sus canciones tienen un mensaje. Y cuando las escucho es como revivir los momentos de mi vida”, añadió, mientras pululaban imitadores del cantante y vendedores ambulantes de tazas, afiches y discos conmemorativos.

Los bares de Garibaldi lucían abarrotados, inusual para un lunes. Todos hacían sonar las melodías de Juan Gabriel mientras corría la cerveza, el tequila y el pulque.

Altar con flores y candelas frente a la casa donde nació Juan Gabriel en Parácuaro.
En Estados Unidos

La estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood de Juan Gabriel, convertida en objeto de peregrinaje tras el fallecimiento, se llenó de flores, lágrimas y rancheras a la espera de que se confirmen detalles sobre su funeral y homenajes oficiales. Los admiradores del músico se reunieron en torno a la estrella, ubicada en el cruce de Hollywood y La Brea, para encontrar alivio en los rezos, cantos, lloros, pancartas y las decenas de historias que se contaban unos a otros.

“Me he puesto elegante para la ocasión. Quiero presentar mis respetos a alguien por quien México está llorando ahorita. El mundo se paralizó con su muerte”, afirmó Juan Carlos Hernández, acompañado por un equipo de música donde se sucedían los temas de Juan Gabriel. Hernández asegura que mantenía una relación de amistad con el artista desde los tiempos en que servía como mesero en el restaurante exclusivo El Campanario, de Acapulco.

Fans se reunieron frente al apartamento en Santa Mónica.
Traslado de sus restos

El cuerpo de Juan Gabriel fue trasladado ayer al aeropuerto de Los Ángeles desde la funeraria en la que reposaban sus restos mortales. Medios y televisiones locales retransmitieron en directo el momento en el que el cuerpo del “Divo de Juárez” abandonó la funeraria Malinow Silverman, en donde fue velado desde la noche del domingo.

Los restos del cantante llegaron en una furgoneta a una terminal privada del aeropuerto internacional de Los Ángeles, de acuerdo con la retransmisión en helicóptero realizada por Univisión. La funeraria Malinow Silverman se convirtió desde el domingo en un lugar de reunión para los seguidores de Juan Gabriel en el sur de California, y numerosas personas se acercaron al lugar para cantar sus canciones y rendirle un último homenaje.

Una de las últimas fotos con admiradores que ganaron boleto a su concierto.
En su pueblo natal

Habitantes y autoridades del municipio de Parácuaro, Michoacán, buscan que los restos de Juan Gabriel descansen en la tumba de su madre Victoria Valadez Rojas, tal como el cantautor confesó desear en enero pasado al alcalde Noé Zamora.

El presidente municipal confirmó a Efe que Alberto Aguilera Valadez, nombre real del artista, le confesó en Cancún que al morir le gustaría descansar en el panteón municipal, donde se encuentra sepultada su madre desde 1974. “En enero tuve la dicha de ir a su casa a Cancún. Platicamos media hora sobre parte de su vida y le pregunté que, como no somos eternos, dónde le gustaría descansar. Me dijo, ‘Mire señor alcalde, pertenezco a un gremio de artistas, pero si el pueblo de Parácuaro pide que me sepulten allá ¡yo encantado! Porque ahí está mi madre y yo quiero descansar en la tumba de mi madre’”, narró Zamora.