Madrid, España.
Pidió un pago retroactivo desde julio del 2019, momento desde el cual ella considera que él no pagó lo suficiente por sus hijos; en caso de que le autoricen la petición, el famoso deberá pagar alrededor de 40 mil euros (45 mil 600 dólares) al mes.
De igual forma, Perera quiere que se repartan de manera equitativa los bienes que adquirió con el cantante, diciendo que dejó su vida personal para contribuir a la economía de su familia, criar a sus hijos y hacer prosperar las empresas del músico.
De hecho, ella afirmó que fue presidenta de Gazul Producciones, principal marca de Sanz, durante años sin goce de sueldo.
En cuanto a la custodia de sus hijos, espera tenerla completa debido al trabajo del intérprete, sus continuos viajes y el uso de su tiempo libre, que dedica a su familia y sus negocios en España, que lo han hecho ver a sus descendientes sólo cinco veces desde la separación.
Un juez autorizó la congelación de las cuentas de Alejandro Sanz en Estados Unidos menos una, con la cual Perera podrá seguir pagando los gastos que necesite; por ahora, queda esperar a la respuesta judicial del cantante.
La separación entre Alejandro Sanz y Raquel Perera ya abandonó el terreno de lo amistoso debido a que ella consiguió que un juez de Miami congelara las cuentas bancarias del cantante en Estados Unidos.
De acuerdo con el diario El País, la expareja del músico argumentó en una demanda que tenía miedo de que él dilapidara su patrimonio y no quedara nada para sus hijos, Dylan y Alma.
Parece que el intérprete comenzó la batalla legal contra la madre de sus pequeños al presentar en abril una demanda de divorcio en los juzgados de Pozuelo de Alarcón, en Madrid, ciudad en la que vive con su nueva pareja, la artista cubana Rachel Valdés.
Perera interpuso otra demanda el 29 de mayo, en Miami, donde reside con sus hijos y donde espera que se resuelva el proceso legal; el juicio por el divorcio tendría que haberse llevado a cabo a principios del verano, pero se retrasó debido a la pandemia.
En los documentos legales, Perera le exigió a Sanz una pensión para sus hijos, así como dinero para gastos escolares, viajes, tutorías, campamentos, seguros médicos, dentales y más.
 Tras su ruptura con Perera, Sanz inició un romance con la artista cubana Rachel Valdés.
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Pidió un pago retroactivo desde julio del 2019, momento desde el cual ella considera que él no pagó lo suficiente por sus hijos; en caso de que le autoricen la petición, el famoso deberá pagar alrededor de 40 mil euros (45 mil 600 dólares) al mes.
De igual forma, Perera quiere que se repartan de manera equitativa los bienes que adquirió con el cantante, diciendo que dejó su vida personal para contribuir a la economía de su familia, criar a sus hijos y hacer prosperar las empresas del músico.
De hecho, ella afirmó que fue presidenta de Gazul Producciones, principal marca de Sanz, durante años sin goce de sueldo.
En cuanto a la custodia de sus hijos, espera tenerla completa debido al trabajo del intérprete, sus continuos viajes y el uso de su tiempo libre, que dedica a su familia y sus negocios en España, que lo han hecho ver a sus descendientes sólo cinco veces desde la separación.
Un juez autorizó la congelación de las cuentas de Alejandro Sanz en Estados Unidos menos una, con la cual Perera podrá seguir pagando los gastos que necesite; por ahora, queda esperar a la respuesta judicial del cantante.
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