Un año más se ha celebrado en el principado de Mónaco el baile temático más glamuroso del continente europeo, el Baile de la Rosa, que este 2010 ha tenido como 'leit motiv' el exotismo de Marruecos. Estuvo presidido por la princesa Carolina y el príncipe Alberto, que asistió en compañía de su novia, Charlene Wittstock, para recibir a numerosas personalidades del jet set internacional en el Sporting Club de Montecarlo.
Este año la gala estaba inspirado en la belleza de la cultura marroquí, por lo que colores intensos y vistosos detalles ornamentales pusieron el toque de fantasía a una velada propia de 'Las mil y una noches'.
Los Grimaldi se fotografiaron tras llegar, de lo más sonrientes, con el ministro de Cultura francés, Frederic Mitterrand, y con la princesa Lalla Joumala Alaoui de Marruecos, que lucía una elegante túnica de inspiración árabe.
SofisticaciónCarolina de Mónaco escogió un vestido negro con agremanes de colores en el escote e hizo un guiño al país norteafricano gracias a su bolso, inspirado en el fez, gorro típicamente marroquí. También la novia del príncipe Alberto dio una lección de elegancia con un modelo de escote asimétrico en color nude y con aplicaciones en color turquesa, a tono con su cartera de mano.
Tampoco faltaron a la cita los hijos de la princesa Carolina. Andrea Casiraghi asistió junto a su novia, la colombiana Tatiana Santodomingo. Lo mismo hizo su hermano, Pierre, con Beatrice Borromeo, con uno de los vestidos más apropiados y acordes de la velada. Perfecto su moño bajo, perfectas sus joyas, perfecto su vestido caftán y perfectos sus zapatos tipo mules con aire de babuchas.
Carlota Casiraghi acudió con su novio Alex Dellal. Una vez más la joven destacó por su belleza y el acierto en la elección de un deslumbrante vestido en rosa palo, de original escote, y que combinó con una cartera decorada con cristales Swarovski. Su creación es de Chanel alta costura primavera-verano 2010.