11/06/2025
01:47 AM

El agradecimiento

El agradecimiento surge cuando una persona se siente en deuda con otra porque le ha procurado algún bien, le ha prestado un servicio o le ha hecho algún regalo.

    El agradecimiento surge cuando una persona se siente en deuda con otra porque le ha procurado algún bien, le ha prestado un servicio o le ha hecho algún regalo.

    Las personas agradecidas se alegran por los bienes recibidos, los reconocen y están dispuestas a corresponderlos. No se trata de devolver favor con favor ni regalo con regalo, sino de sentir y expresar admiracion y gratitud por las calidades humanas de quienes nos honran con sus dones.

    Cada uno tiene siempre mucho que agradecer y cuidar lo recibido es una forma de hacer evidente nuestro reconocimiento. Entre los bienes que más agradece el hombre se encuentran la vida, la salud, la amistad, la lealtad y las enseñanzas de sus antecesores. La gratitud y el reconocimiento son los mejores regalos que puede recibir una persona en cualquier época y lugar del mundo.

    La ingratitud es índice de soberbia y egoísmo.

    El ingrato se caracteriza porque pretende ignorar el bien que hacen los demás. Está tan acostumbrado a obtener siempre lo mejor para sí, que no les es nada fácil reconocer los méritos ajenos. Los favores que recibe, lejos de inspirarle agradecimiento, le inspiran rencor.

    La ingratitud puede provenir también de una especie de descuido, de mediocridad espiritual, aunque no hay mala fe, no deja de ser triste porque produce desconsuelo en aquellos que se esmeran por hacernos el bien sin obtener nunca la más mínima voz de aliento.

    Para ser agradecidos

    Admitamos que necesitamos a los demás. Hay que reconocer las obras de los otros.

    Incluyamos en nuestro lenguaje expresiones de agradecimiento. Aceptemos que muchas de las cosas buenas que tenemos se deben a que las otras personas nos han dado amor, protección, cuidados, talento y sabiduría.