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Cultive una relación saludable

  • 13 febrero 2010 /

Con tantas noticias que hablan del desamor y del sufrimiento en las relaciones pareciera que las personas más sufren que gozan de una buena relación.

Con tantas noticias que hablan del desamor y del sufrimiento en las relaciones pareciera que las personas más sufren que gozan de una buena relación.

¿Acaso es difícil tener un buen amor? ¿Las parejas que se aman son excepcionales? Hablemos de las relaciones saludables. Y esto no es otra cosa que amar bien, tener una relación que lo haga sentir bien con usted mismo y con su pareja.

Hay muchos valores que van formando la base de una relación saludable. Aquí mencionaremos algunos puntos importantes en toda relación.

Respeto: Es vital tener consideración y amabilidad con su pareja, obsequiarle atenciones y delicadezas, cuidar su lenguaje. Respetar a su cónyuge es aceptarlo tal y como es, sin críticas ni quejas.

Ayuda mutua: Es la cooperación en todo, en las buenas y en las malas, en la enfermedad y en la salud, en la pobreza y en la abundancia, en las labores del hogar y en la educación compartida y comprometida a sus hijos, en la disciplina y en la educación en la fe. A través de la ayuda mutua la pareja se complementa, se integra, progresa, se perfecciona y alcanza la felicidad que tanto anhela.

Fidelidad: Se podría pensar que la fidelidad es sólo el hecho de un nuevo amor de parte de uno en la relación. Esta es sólo una forma de infidelidad, porque se es infiel cuando no se respeta el compromiso que se hizo al contraer matrimonio.

Humildad: Este valor lleva a los esposos a preocuparse más de sus deberes que de sus derechos, a gastarse y desgastarse por hacer feliz a su pareja.

Paciencia: Impide a los esposos irritarse ante sus debilidades, y los lleva a amarse hasta en sus defectos.
La paciencia es la base del crecimiento personal y de pareja.

Confianza: Es de suma importancia que en la pareja haya confianza absoluta, que no se oculten nada, que no haya sombras que den paso a los malos entendidos. No es recomendable acumular resentimientos ocasionados por la desconfianza.