Las autoridades concentraron sus esfuerzos en contener la gripe porcina en Centroamérica, donde hay dos casos confirmados en Costa Rica, mientras una silenciosa enfermedad crónica deja decenas de muertos cada semana sin que nadie declare una emergencia: la violencia criminal.
Un promedio de 50 homicidios al día son perpetrados en América Central, la mayoría en el llamado 'Triángulo Norte', Guatemala, El Salvador y Honduras, que padece un mal endémico: una de las mayores tasas de asesinatos del mundo.
En el Triángulo Norte son perpetrados el 80% de los homicidios del istmo:17 cada día en promedio en Guatemala, 10 en El Salvador y 12 en Honduras.
Los tiroteos y crímenes son cotidianos en algunas ciudades de la región, más de una década después del fin de las guerras civiles, y las recetas prescritas por expertos y políticos no han sido efectivas. Mano dura, tolerancia cero, despliegue militar en ciudades: los ensayos han sido múltiples, lo mismo que los remedios prometidos en cada campaña electoral.
En Guatemala este año han sido asesinados 70 conductores y ayudantes de autobuses por negarse a pagar extorsiones a pandilleros. Además de las pandillas juveniles o maras, los traficantes de drogas también imponen sus códigos de sangre en este país donde el 98% de los crímenes quedan impunes, según la ONU.
Mientras algunos ruegan a Dios que los proteja ante la gripe porcina, muchos choferes de autobuses y policías guatemaltecos lo invocan todos los días al salir a trabajar.'Todos los días me encomiendo a Dios para regresar con vida', dijo recientemente a la AFP el policía Morales Ramírez.
El último asesinato de un chofer guatemalteco ocurrió el miércoles cerca de la Avenida Reforma de la capital, pero pasó casi inadvertido porque la atención estaba focalizada en la nueva amenaza que se cierne sobre la región: la gripe porcina, denominada gripe A (H1N1) por la Organización Mundial de la Salud.
Los gobiernos del istmo decretaron 'emergencia sanitaria' en previsión de brotes de la gripe porcina debido a su proximidad con México, el país más afectado, que comparte una frontera de 900 kilómetros con Guatemala.
Hasta ahora sólo han sido confirmados dos casos de la gripe en Costa Rica, en personas que llegaron en avión desde México y que tienen síntomas leves.
Contrariamente a lo que muchos creen, la situación económica no determina las altas tasas de homicidios en América Central, puesto que las naciones con menos crímenes son Nicaragua, la más pobre, y Costa Rica, la más próspera.
Sin embargo, la inseguridad también preocupa ahora a los habitantes de los países más 'tranquilos', entre los que también figura Panamá, en los que se cometen entre dos y tres homicidios al día, en promedio.
En Panamá 'el 42% de los homicidios tienen relación con el narcotráfico y las pugnas entre pandillas', dijo a la AFP el viceministro de Seguridad Pública, Rodrigo Cigarruista .
En Nicaragua y Costa Rica, en cambio, muchas muertes no son obra del crimen organizado ni de las maras, sino causados por violencia intrafamiliar, dramas pasionales, rencillas personales o el consumo de licor y drogas.
Sólo el 20% de los crímenes son tipificados por la policía como asesinatos u homicidios a sangre fría en Nicaragua, donde hace poco tuvo connotación la muerte a manos de su marido de una mujer policía, que era jefa de una comisaría en Masaya, cerca de Managua.
En Costa Rica, desde el último domingo al miércoles, se registraron al menos 10 muertos y 18 heridos en hechos violentos, que incluyen homicidios por drogas y violencia doméstica, mientras los dos enfermos de gripe porcina se recuperaban satisfactoriamente en sus hogares.
Mientras las autoridades instalan barreras sanitarias en las fronteras y aeropuertos para contener la gripe porcina, muchos centroamericanos lamentan que los controles fronterizos no hayan servido para detener el tráfico de drogas.