La familia real de Holanda ha vuelto a aportar su granito de arena tomando parte en este programa con el mismo entusiasmo que lo han hecho estos seis últimos años.
El fin de semana, los máximos protagonistas fueron el príncipe Guillermo y la princesa Máxima, que participaron en las labores de acondicionamiento de un antiguo parque infantil, llamado El Mirto, ubicado en Utrecht.
Los príncipes se han encargado de sembrar nuevas plantas y la princesa Máxima ha colaborado también pintando un muro.
Por la tarde les tocó el turno a los sobrinos de la reina: el príncipe Bernardo y la princesa Annette, que visitaron el proyecto Fawaka, en la localidad de Dokkum.
Esta asociación ofrece apoyo a las personas que cuidan de sus familiares enfermos en sus domicilios. Los príncipes se encargaron de realizar una comida especial para todos los cuidadores.
Los príncipes Pieter-Christiaan y la princesa Anita, por su parte, estuvieron presentes en un polideportivo en la ciudad de Almere. También fue 'un día diferente' para el príncipe Floris y la princesa Aimeé, que asistieron a un simulacro de incendio en Rozenburg, como muestra de apoyo a un grupo de bomberos voluntarios.
Esa misma mañana, la reina Beatriz se trasladaba a la localidad de Zeist, cercana a La Haya, residencia de la soberana, para participar en una actividad de la Fundación Cubos, que se dedica a difundir el arte entre personas ciegas o con graves problemas de visión.