California.
Adele asegura que ha lidiado toda su vida con altibajos de ánimo, tanto, que teme tener otro bebé
Como pocas veces, la cantante británica Adele habló sobre la maternidad y su lucha contra la depresión durante gran parte de su vida.
'Tengo un lado muy sombrío. Soy muy propensa a la depresión', admitió a la revista Vanity Fair, en su edición de diciembre.
Me puede dar y se me puede pasar muy fácilmente. Comenzó cuando murió mi abuelo, cuando yo tenía unos 10 años y aunque nunca he tenido pensamientos suicidas, he estado en terapia muchas veces'.
Cuando nació su hijo, Angelo Konecki, esa lucha cambió, pero sólo después de que la cantante 'se sacudió' su depresión postparto.
La cantante admitió que le puede suceder a cualquier madre primeriza de distintas maneras, y es por eso que teme tener otro bebé.
'Mi conocimiento de la depresión postparto, o postnatal, como le decimos en Inglaterra, es que no quieres estar con tu hijo; te preocupa que puedas lastimarlo; te preocupa que no estabas haciendo un buen trabajo', señaló. 'Pero yo estaba obsesionada con mi hijo. Me sentía muy inadecuada; pensé que había tomado la peor decisión de mi vida.
'Se puede dar en distintas formas... constantemente estás tratando de compensar cosas cuando eres mamá', continuó Adele.
Pero eso ya quedó atrás, Angelo es su mundo y nada interfiere con eso y todo gira al rededor de éste, no sólo su agenda personal, sino profesional.
'No me importa, a raíz del amor que siento por él. No me importa si nunca vuelvo a hacer nada para mí'.
De hecho, dejó de fumar y tomar bebidas alcohólicas por su hijo.
'Tener cruda teniendo un niño es una tortura', bromeó. 'Desde que tuve a mi bebé, no soy tan despreocupada como antes. Me asustan muchas cosas ahora porque no quiero morir; quiero estar aquí para mi hijo. Soy muy cautelosa', dijo a la revista.
