Estados Unidos.
Pese al polémico inicio de su negocio de ropa interior moldeadora por culpa de un nombre tan poco acertado como 'Kimono', que cambió rápidamente por 'Skims', esta última aventura empresarial de Kim Kardashian está demostrando ser muy rentable en vista de que no para de crecer.
La última apuesta de la celebridad, que ha basado todos los diseños de su colección en su propia experiencia y necesidades, pasa por comercializar algo tan sencillo como una cinta adhesiva que servirá para reemplazar el sostén o brasier.
El producto se venderá en tres tonalidades diferentes que se podrá adquirir en la página web de su compañía a partir de este 14 de noviembre por 36 dólares.
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La idea es que estos rollos -que ella ha bautizado como 'body tape'- se utilicen para cortar tiras que, colocadas adecuadamente, ayudan a realzar los atributos naturales de cualquier mujer a la hora de lucir escotes con los que resulta imposible llevar un sujetador convencional.
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Se trata de un truco que ella comenzó a usar años atrás, pero recurriendo a cualquier material adhesivo que tuviera a su alcance.
'Este material es perfecto porque no arranca la piel al retirarlo como sí sucede con la cinta aislante que yo solía utilizar. Siempre acababa con roces y quemaduras que tardaban un montón de tiempo en desaparecer', ha explicado Kim en un vídeo compartido en el perfil de Instagram de Skims para desvelar la novedad que encierra su nuevo producto, que promete que una vez puesto sobre la piel resulta invisible bajo la ropa.
