Los Ángeles, Estados Unidos.
¿Navegar los más ríspidos mares, buscar tesoros malditos y enfrentarse a los bucaneros más temibles? Para las mujeres de la saga Piratas del Caribe eso es pan comido... o mejor dicho “ron bebido”.
Desde que en 2003 se estrenó Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra y Elizabeth Swann (Keira Knightley) cambió su aburrida vida aristócrata por las aventuras a bordo de un barco embrujado dejó claro que las mujeres no estaban ahí para ser rescatadas. Y ahora que Kaya Scodelario se une a la historia como Carina Smyth hay un motivo más para celebrar que ellas también saben manejar espadas y disparar mosquetes.
“Carina tiene una pieza de rompecabezas con el que busca su propio tesoro y va en su propio viaje. Tiene su propia misión, que es enaltecer el honor de su padre. De alguna forma ayuda al capitán Jack Sparrow, así que todo el viaje lo hacen juntos para encontrar el tridente de
Poseidón”, dijo la británica.
Abnegada
En Piratas del Caribe: La venganza de Salazar, Carina encarna a la hija de un corsario que busca el arma más poderosa de los mares, además de que es astrónoma, académica y aventurera; pero el rol va más allá de la acción y cumple con el tipo de papeles que le gustan a la británica.
“Siempre he buscado personajes interesantes y complicados, que pueden ser divertidos pero también pueden hacerte llorar. Aunque sean de acción deben tener una historia. Me gusta estar en proyectos que van entre la aventura y la fantasía”, explicó.
¿Ejemplos de que Kaya es una mujer de acción? Ha participado en
The Maze Runner, Furia de titanes y Tiger House, por mencionar algunas de las 19 producciones en las que ha trabajado desde que audicionó para la serie Skins en 2007.
“Soy afortunada de hacer lo que amo y quiero seguir en esto tanto como sea posible. Me gusta caminar en esta dirección, tomar riesgos. He disfrutado cada trabajo que he hecho y encuentro mucha diversión en esto”.
Aunque para ella lo importante es el fondo de su personaje y no tanto cómo luzca, es imposible negar que sus genes ingleses por parte de su padre, los brasileños de su madre e italianos de su abuelo se combinaron perfectamente.
Quien lo dude puede admirar la belleza de Kaya y que es avalada por un buen número de trabajos como modelo. “Es una prueba de cómo la gente viene de distintos lugares, pero no solo en lo físico”, presume.
¿Navegar los más ríspidos mares, buscar tesoros malditos y enfrentarse a los bucaneros más temibles? Para las mujeres de la saga Piratas del Caribe eso es pan comido... o mejor dicho “ron bebido”.
Desde que en 2003 se estrenó Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra y Elizabeth Swann (Keira Knightley) cambió su aburrida vida aristócrata por las aventuras a bordo de un barco embrujado dejó claro que las mujeres no estaban ahí para ser rescatadas. Y ahora que Kaya Scodelario se une a la historia como Carina Smyth hay un motivo más para celebrar que ellas también saben manejar espadas y disparar mosquetes.
| Debe saber
Scodelario fue intimidada durante su infancia y tuvo baja autoestima, lo que hizo que el teatro se convirtiera en una válvula de escape para ella.
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Abnegada
En Piratas del Caribe: La venganza de Salazar, Carina encarna a la hija de un corsario que busca el arma más poderosa de los mares, además de que es astrónoma, académica y aventurera; pero el rol va más allá de la acción y cumple con el tipo de papeles que le gustan a la británica.
“Siempre he buscado personajes interesantes y complicados, que pueden ser divertidos pero también pueden hacerte llorar. Aunque sean de acción deben tener una historia. Me gusta estar en proyectos que van entre la aventura y la fantasía”, explicó.
| Debut
Sin ninguna experiencia previa en la actuación, a la edad de 14 años Scodelario interpretó a la retraída y misteriosa Effy Stonem de la serie británica “Skins”.
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“Soy afortunada de hacer lo que amo y quiero seguir en esto tanto como sea posible. Me gusta caminar en esta dirección, tomar riesgos. He disfrutado cada trabajo que he hecho y encuentro mucha diversión en esto”.
Aunque para ella lo importante es el fondo de su personaje y no tanto cómo luzca, es imposible negar que sus genes ingleses por parte de su padre, los brasileños de su madre e italianos de su abuelo se combinaron perfectamente.
Quien lo dude puede admirar la belleza de Kaya y que es avalada por un buen número de trabajos como modelo. “Es una prueba de cómo la gente viene de distintos lugares, pero no solo en lo físico”, presume.