El primer ministro griego Giorgos Papandreou se comprometió a cumplir sin desvíos los compromisos de rigor asumidos por el país ante sus acreedores, para no poner “en peligro” a la nación helena, en un discurso este sábado.
“En el punto en el que se encuentra la eurozona (...), cada retraso, cada duda, toda otra opción que no sea respetar fielmente nuestros compromisos (...) es peligrosa para el país y los ciudadanos”, dijo Papandreou en un discurso en Salónica, donde unas 25,000 personas se manifestaban contra los planes de austeridad del Gobierno en una ciudad patrullada por 7,000 policías.
“Cada vez que damos marcha atrás o dudamos, nos cuesta caro”, agregó el primer ministro, que se comprometió a tomar “todas las medidas necesarias” más allá de las ya previstas para que el país “cumpla sus obligaciones presupuestarias” de reducción del déficit público y evitar de nuevo la suspensión de pagos.
Estas medidas son, especialmente, acelerar el programa de privatizaciones y la reducción del sector público, exigido por la Unión Europea, UE, y por el Fondo Monetario Internacional, FMI.
“Desmentiremos a todos aquellos que apuestan por el fracaso del país (...) por una Grecia lejos del euro, aquellos que quieren comprarla por un plato de lentejas”, criticó.
La próxima semana visitará el país una representación de los tres principales acreedores de Grecia, llamada troika, que condicionará el desembolso de un nuevo tramo de las ayudas prometidas a cambio de reformas.
Por la noche se produjeron enfrentamientos durante las diversas manifestaciones convocadas para protestar por el endurecimiento del plan de ajuste y la aceleración de las privatizaciones destinadas a conjurar las amenazas de que Grecia pueda ser abandonada a su suerte por sus socios de la UE y por el FMI.
Se reportaron 49 detenciones al final de la jornada.
