Las mineras están recortando sus presupuestos de exploración ante el declive de los precios de las materias primas, una medida que amenaza el crecimiento futuro de la producción.
Se prevé que los presupuestos de exploración de las mineras de metales no ferrosos se reduzcan hasta 35% este año, frente a 2012, según la firma de investigación minera SNL Metals Economics Group.
Debido a que usualmente lleva años desarrollar una mina, gastar menos ahora en la búsqueda de depósitos podría traducirse en un crecimiento de suministros débil o nulo en el futuro. Si la demanda se mantiene floja, eso no sería un problema. Pero si se recupera, como suele suceder, las mineras podrían pasar apuros para incrementar la producción y ponerse al día.
Los precios de muchos metales han caído marcadamente este año. El cobre ha sido afectado por temores sobre la demanda futura de China, por ejemplo, mientras que los precios del oro han caído en picada a medida que las preocupaciones por la economía global y la inflación han perdido fuerza. Esto ha desatado un repliegue global de mineras grandes y pequeñas, que están recortando costos y vendiendo activos.
En medio de la austeridad, las firmas están concentrando sus gastos en minas de producción comprobada, en vez de explorar, algo que pueden recortar sin efectos inmediatos en los ingresos.
Major Drilling Group International Inc., un proveedor canadiense de perforadoras de exploración, dijo que sus ingresos cayeron de 41% a 47% en todas las regiones geográficas en el
trimestre terminado en abril. Australia, Asia y África fueron los más golpeados por la caída de la exploración, indicó MDGI. En Australia, los gastos en exploración de nuevos depósitos cayeron casi 25% interanual en el primer trimestre, según la Oficina Australiana de Estadísticas.
Las mineras de oro son las más afectadas. Muchas de ellas son operadores pequeños que realizaron fuertes recortes de costos durante la recesión económica. La semana pasada, Eldorado Gold Corp., con sede en Vancouver, informó que recortó su presupuesto de exploración casi a la mitad, a US$51 millones, para este año y que continuará gastando a ese nivel o menos en 2014.
Las mineras pequeñas e independientes que a menudo se especializan en exploración con la esperanza de encontrar un gran yacimiento y asociarse con una empresa más grande o
venderlo, comenzaron a reducir sus operaciones en 2012. Pero muchas mineras medianas y grandes dijeron que seguirían invirtiendo durante el bajón del mercado.
No obstante, incluso estas empresas han comenzado a recortar sus presupuestos de exploración, citando la caída en los ingresos, presión de los inversionistas y la necesidad de reducir su deuda. El presidente ejecutivo de Rio Tinto PLC, Sam Walsh, dijo hace poco que la compañía recortará cerca de US$750 millones este año de su presupuesto de exploración y evaluación de proyectos, que alcanzó US$1.970 millones en 2012.
BHP Billiton Ltd. anunció que recortaría los gastos en exploración en 39%, a US$671 millones, entre julio y diciembre de este año.
Todo esto amenaza el crecimiento futuro de la producción. “Necesitamos tener lista la siguiente ronda de minas grandes y de bajo costo, y al no invertir continuamente […] el suministro se ve reducido”, dice Jason Goulden, director de metales y minería de SNL, firma que monitorea los gastos de exploración minera.
Goulden indicó que un declive en los presupuestos de exploración entre mediados y finales de los años 90 condujo a una caída en los suministros a finales de la década de 2000 y contribuyó al pronunciado aumento de los precios de los metales en aquel entonces. Las mineras también dicen que la menor actividad resultó en una eneración perdida de geólogos e ingenieros mineros, ya que los nuevos graduados evitaron la industria.
“¿Dónde están los empleados de 40 años en esta industria?”, pregunta John Smith, presidente ejecutivo de Silver Standard Resources Inc., con sede en Vancouver. “La exploración es vista como un gasto discrecional, pero no lo es. Uno lo paga en el mediano y largo plazo”.
La exploración puede repuntar rápidamente si los precios de los commodities suben. La desaceleración también deja algunos ganadores, entre ellos las mineras que enfrentan menos competencia por recursos.