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Los brasileños ponen a régimen a Burger King

  • 27 octubre 2014 /

Burger King señala que antes de su nuevo sistema de capacita­ción, las ventas y las ganancias en locales abiertos al menos un año estaban en descenso y que ahora están creciendo.

Nueva York, Estados Unidos.

Hace un año, Wayne Burke, un franquiciado que opera 93 locales de Burger King en el sur de Califor­nia, estaba frustrado con la canti­dad de personas de la sede corpo­rativa que venían a visitarlo.

Burke estaba lidiando con hasta 10 “asesores de campo”, cuya fun­ción es guiar a titulares de franqui­cias de Burger King en cuestiones que van desde trucos para ahorrar costos hasta técnicas de cocina. Después de que Burke expresó su incomodidad, Burger King World­wide Inc. aceptó asignar sólo dos asesores para sus operaciones.

“Estamos registrando mejores ventas porque hay un mensaje úni­co para todos”, explica Burke.

La cadena de hamburgueserías de Estados Unidos tiene unos 145 asesores que ayudan a los más de 7.100 restaurantes del país, la ma­yoría de los cuales son franquicias. El sistema de asesoría es una pieza clave en los esfuerzos de los dueños brasileños de Burger King (el gru­po de private equity 3G) de recon­figurar su modelo de negocios de comida rápida, pero a la empresa le ha costado encontrar la fórmula correcta. Si bien algunos franqui­ciados elogian el sistema, otros di­cen que la calidad es irregular y que ciertos asesores son demasiado jó­venes y tienen poca experiencia.

Burger King ha reajustado el sistema de asesoría varias veces. Ha aumentado el número de capa­citadores a más del doble y asigna­do cerca de 50 restaurantes a cada uno, en lugar de unos 90. Los loca­les ahora reciben visitas cada tri­mestre, en vez de una vez cada seis meses, y la empresa ha tercerizado algunas responsabilidades.

Aun así, sólo 36% de las franqui­cias de Burger King calificó los cono­cimientos y capacidades de sus ase­sores como “buenos”, “muy buenos” o “excelentes”, mientras que 35% los consideró “pobres” y 29% “prome­dio”, según una encuesta realizada en febrero a más de 300 propieta­rios de franquicias en EE.UU. por un consultor de la Asociación Nacional de Franquiciados.

“Es difícil complacer a todos”, dice Alex Macedo, presidente de Burger King para América del Nor­te. El ejecutivo de 37 años dice que la combinación de capacitadores veteranos y nuevos, algunos de ellos de universidades prestigio­sas, crea un “buen equilibrio entre experiencia y sangre joven”, que es lo mismo que ha hecho la corpora­ción central.

Burger King señala que antes de su nuevo sistema de capacita­ción, las ventas y las ganancias en locales abiertos al menos un año estaban en descenso y que ahora están creciendo.

Antes de que 3G Capital com­prara Burger King en 2010, los ejecutivos que trabajaban con las franquicias eran en general vetera­nos que las asesoraban en detalles como cuántos empleados deberían operar durante las horas del desa­yuno, el almuerzo y la cena, dicen franquiciados actuales y antiguos. Esos “gerentes de negocios de franquicias” también realizaban evaluaciones anuales para deter­minar en qué áreas cada franquicia podría ahorrar dinero.

Burger King adoptó el progra­ma de asesoría un año después de la adquisición por parte de 3G, para trabajar de forma más direc­ta con los gerentes de los restau­rantes más que con los dueños de franquicias y para medir de forma más precisa factores como la rapi­dez del servicio y la higiene.

Los asesores enseñan a los franquiciados medidas para aho­rrar costos, como la forma de freír salchichas sin tener que cambiar el aceite con tanta frecuencia. El año pasado, un capacitador se ganó un auto por idear una forma más efi­ciente de imprimir los recibos que los empleados leen para preparar los pedidos. Otro asesor propuso un cambio de ingeniería para uti­lizar dosificadores de sal para que las papas fritas no queden dema­siado saladas o desabridas.

Los empleados existentes tu­vieron que volver a postularse para ser asesores y muchos fueron reemplazados por personal nuevo, dice la empresa. Se suponía que los capacitadores debían tener entre uno y tres años de experiencia en el sector minorista o de comida rápida, aunque algunos fueron contratados directamente de las escuelas de negocios. La incor­poración de trabajadores jóvenes no es de extrañar en una empresa cuyo presidente ejecutivo, Daniel Schwartz, tiene 34 años.

Burker King, con sede en Miami, ha vendido casi todos sus restauran­tes, y hoy en día es dueño de solo 52 locales en EE.UU. y Canadá. El ase­soramiento que reciben los franqui­ciados es un servicio a cambio de los cientos de millones de dólares que le pagan a Burger King anualmente y también es una herramienta funda­mental de control de calidad.

Manejar adecuadamente el sis­tema de franquicias se ha vuelto aún más importante luego de que Burger King invirtiera US$11.000 millones para adquirir Tim Hor­tons Inc., una cadena de donuts canadiense cuyos 4.500 restau­rantes globales son casi todos franquicias. Ejecutivos de Burger King aún evalúan si usar el sistema de asesoría en Tim Hortons.