Choluteca. La industria camaronera hondureña encendió la luz roja en la zona sur del país, específicamente en los municipios de Namasigüe y Marcovia, debido a que supuestos grupos de campesinos pretenden apoderarse de unas 6 mil tierras que fueron concesionadas por el Estado para dicha actividad económica.
El cultivo del primer ciclo de la cosecha 2014 ha comenzado con amenazas de tomas de áreas declaradas bajo reserva por la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (Serna).
Por el momento, las camaroneras que se mantienen tomadas son las del grupo estatal Hondufarms-Ibermar. El conflicto está siendo protagonizado por lugareños de las comunidades en donde están ubicadas las fincas, específicamente en San Bernardo, Namasigüe: hay dos grupos que se han apostado con banderas en la finca Hondufarms o El Chacalín.
El sector acuícola quiere evitar sucesos como los acontecidos en el Bajo Aguán, en donde las invasiones de fincas privadas de palma africana dejaron casi seis decenas de personas muertas. “No queremos en el sur un Bajo Aguán”, dijo uno de los empresarios del sector camaronero, quien pidió la omisión de su nombre por temor a represalias. La Asociación Nacional de Acuicultores de Honduras (Andah) expuso a las autoridades estatales para que intervengan y evitar que la situación termine en un conflicto mayor.
Paralizadas las inversiones
Una de las primeras acciones preventivas adoptadas por la industria camaronera ha sido paralizar las inversiones para la modernización de las fincas, mientras el gobierno de Honduras no les garantice la seguridad jurídica sobre las áreas concesionadas.
El cultivo de camarón resultó una de las actividades económicas más rentables durante 2013, al reportar históricos precios internos y externos por los daños ocasionados por el Síndrome de Mortalidad Temprana (SMT) en México.
Todo empezó en 2011
La toma de camaroneras tomó auge en 2011 cuando el Gobierno permitió las invasiones de fincas propiedad de Hondufarms-Ibermar. El problema se agudizó el año pasado cuando Héctor Guillén, exsecretario de Finanzas, Héctor Guillén, aprobó un contrato de arrendamiento de las seis fincas propiedad de ese grupo camaronero estatal a los denominados “técnicos”, lo que dio a lugar a tomas de algunas camaroneras.
El contrato expiró el pasado 15 de enero, pero el Consejo de Administración de Hondufarms-Ibermar, presidido por Carlos Borjas, subsecretario de Finanzas, no ha tomado posesión de esos bienes nacionales. Sin embargo, las fincas están tomadas por hombres y mujeres, quienes han colocado la bandera nacional en las entradas.