Debido a la molestia y reclamo de intermediarios y exportadores de café por una anunciada nueva retención, el Ihcafé (Instituto Hondureño del Café) decidió dar marcha atrás a su proyecto de construir ocho hospitales para los productores.
“Desgraciadamente un proyectazo para llevarles salud a los caficultores lo han ensuciado, distorsionado, y como no queremos que se siga confundiendo al productor, hemos dejado el programa. A lo mejor en el futuro buscaremos algunas fuentes para sostener estos hospitales. Pero buscaremos otras opciones para que beneficien al sector café”, explicó Asterio Reyes, presidente del Ihcafé.
A pesar que ya se estaba trabajando en el anteproyecto que se presentaría al Congreso, no había claridad de dónde saldrían los fondos para su implementación, lo que provocó que una parte de la cadena cafetalera hablara de una nueva retención de cinco dólares por quintal exportado.
Reyes lamentó que el acercamiento que se tenía con el consorcio mexicano, que financiaría los 30 millones de dólares para construir la red hospitalaria a un período de pago de 20 años, no se pueda concretar.
Danilo Zavala, presidente de Uniocoop (Unión Nacional de Cooperativas del Café), dijo que “la idea era muy buena, pero si hay una oposición, es difícil. Por lo menos ahorita no seguiremos con los planes”.
La decisión se tomó ayer tras una reunión entre la cúpula cafetalera y unos 900 productores de todo el país.
Antonio García, quien produce ocho manzanas del aromático en Las Vegas, Santa Bárbara, reconoció que el proyecto hospitalario tendría grandes beneficios para ellos, ya que solo cuentan con un centro de salud en su comunidad. “Los intermediarios nos dijeron que nos quitarían dinero, pero nos dimos cuenta que todo era una mentira, estamos de acuerdo con el proyecto pero sin que se nos afecte”, mencionó.
Delsy Bardales, productora de El Paraíso, también se mostró a favor, aunque lamentó la desinformación, por lo que “se confundió a la gente”.
Según el Ihcafé, la oposición de algunos intermediarios al proyecto se debe a que temen salir afectados por la nueva ley que regula la comercialización del café, que entrará en rigor el primero de octubre.