San Pedro Sula, Honduras.
Los últimos anuncios del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en imponer aranceles de 10% al aluminio y 25% al acero han desatado los temores de una guerra comercial.
La tensión persiste luego que el mandatario estadounidense anunciara un paquete de aranceles a productos chinos.
Tal medida provocó ayer bajas en los principales indicadores de la bolsa de valores de Nueva York (Dow Jones cayó 2.93% y S&P un 2.43%).
Los analistas internacionales, como Rod Hunter, socio de Baker McKenzie y exfuncionario del Consejo de Seguridad Nacional, explicó que por “cada acción hay una reacción, cuando Estados Unidos impone aranceles no se puede imaginar que los chinos simplemente lo dejarán pasar sin una respuesta”.
Las decisiones en material comercial de EEUU reafirman la política nacionalista que Trump prometió en los tiempos de campaña.
En el caso de Honduras, el año pasado las importaciones de China sumaron 825.9 millones de dólares, destacando compras de materias primas como hierro, acero, abonos minerales, motores y generadores, calderas de cocción de granos y otros.
“Si incrementan el arancel a China, lógicamente van a buscar otros mercados y la tendencia es que va a haber mayor disponibilidad de estas materias primas en el mundo y los precios tenderían a bajar”, explicó Germán Pérez, secretario en San Pedro Sula de la Asociación Nacional de Industriales (Andi).
Pese a ello advirtió que una guerra comercial, que comienza cuando un país adopta medidas unilaterales debido a políticas de proteccionismo, por lo general aumentando aranceles para afectar a sus socios comerciales, no será positiva para países dependientes.
“Un 34% de nuestras exportaciones van a EEUU y 40% viene de allá, entonces no nos conviene está situación. Tendríamos que buscar otros países proveedores”, dijo Pérez.
Según el Banco Central de Honduras (BCH), las exportaciones a ese mercado sumaron $1,571.4 millones al cierre de 2017; mientras que las importaciones $3,900.0 millones, es decir, un déficit de $2,328.6 millones.
Los últimos anuncios del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en imponer aranceles de 10% al aluminio y 25% al acero han desatado los temores de una guerra comercial.
La tensión persiste luego que el mandatario estadounidense anunciara un paquete de aranceles a productos chinos.
Tal medida provocó ayer bajas en los principales indicadores de la bolsa de valores de Nueva York (Dow Jones cayó 2.93% y S&P un 2.43%).
Los analistas internacionales, como Rod Hunter, socio de Baker McKenzie y exfuncionario del Consejo de Seguridad Nacional, explicó que por “cada acción hay una reacción, cuando Estados Unidos impone aranceles no se puede imaginar que los chinos simplemente lo dejarán pasar sin una respuesta”.
Las decisiones en material comercial de EEUU reafirman la política nacionalista que Trump prometió en los tiempos de campaña.
En el caso de Honduras, el año pasado las importaciones de China sumaron 825.9 millones de dólares, destacando compras de materias primas como hierro, acero, abonos minerales, motores y generadores, calderas de cocción de granos y otros.
“Si incrementan el arancel a China, lógicamente van a buscar otros mercados y la tendencia es que va a haber mayor disponibilidad de estas materias primas en el mundo y los precios tenderían a bajar”, explicó Germán Pérez, secretario en San Pedro Sula de la Asociación Nacional de Industriales (Andi).
Pese a ello advirtió que una guerra comercial, que comienza cuando un país adopta medidas unilaterales debido a políticas de proteccionismo, por lo general aumentando aranceles para afectar a sus socios comerciales, no será positiva para países dependientes.
“Un 34% de nuestras exportaciones van a EEUU y 40% viene de allá, entonces no nos conviene está situación. Tendríamos que buscar otros países proveedores”, dijo Pérez.
Según el Banco Central de Honduras (BCH), las exportaciones a ese mercado sumaron $1,571.4 millones al cierre de 2017; mientras que las importaciones $3,900.0 millones, es decir, un déficit de $2,328.6 millones.