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Gobierno empeora proyección de PIB brasileño

  • 21 noviembre 2015 /

Última previsión anticipa una caída de 3.1% del producto interno y aumento a 9.99% en la inflación

Brasilia, Brasil

El gobierno brasileño proyecta una caída de 3.1% del Producto Interno Bruto (PIB) para este año, una reducción de expectativas en línea con el mercado, en medio de una recesión económica que comenzó en el segundo trimestre.

'La previsión para 2015 del crecimiento real del PIB fue reducida de -2.44% para -3.10%, mientras el índice de inflación pasó de 9.29% para 9.99%, ambas revisiones alineadas con las expectativas del mercado', indicaron los ministerios de Hacienda y Planificación en su informe presupuestario del quinto bimestre de 2015.

De cumplirse, esta proyección del PIB sería el peor resultado en 25 años.

'El momento económico de Brasil se ha mostrado desafiante para la economía brasileña, con una profundización del deterioro de la actividad económica, y para las cuentas públicas', resalta el informe, que también empeora su previsión sobre la inflación.

Casi en el límite de los dos dígitos, una inflación de 9.99% más que duplicaría el centro de la meta oficial fijado en 4.5% (con dos puntos de tolerancia en ambos sentidos), mientras el desempleo sigue subiendo y cae el consumo, gran motor de la economía en la última década.

Brasil entró en una recesión económica en el segundo trimestre, lo que llevó al gobierno a proyectar para 2015 un déficit primario de 51,800 millones de reales (13,248 millones de dólares), por una caída aguda de la recaudación.

Analistas vaticinan además que el panorama empeorará, ya que la recesión durará dos años, algo inédito desde 1930-31.

Brasil, que según el FMI cerrará el año con una contracción de 3% del PIB, perdió en setiembre el grado de inversión a manos de la agencia Standard and Poor's. Otras agencias como Moody's y Fitch podrían imitarla.

En medio de las turbulencias económicas, la mandataria Dilma Rousseff obtuvo esta semana un triunfo político en el Congreso, que mantuvo una docena de vetos presidenciales cuyo derribo hubiese implicado un enorme aumento del gasto público.

Si el Congreso hubiese conseguido los votos para levantar todos los vetos, el costo para el país sería de 127,800 millones de reales ($34,000 millones) hasta 2019, según cálculos de la presidencia brasileña.