En vista del enorme déficit habitacional en el país y el escaso apoyo de la banca privada para financiar proyectos de vivienda social, el Régimen de Aportaciones Privadas, RAP, estudia la posibilidad de convertirse en banco de primer piso.
Cuando el pasado 11 de febrero el RAP presentó en esta ciudad sus nuevos planes de financiamiento ante representantes de la banca, promotores de vivienda y desarrolladores de proyectos, estos últimos llamaron la atención sobre la aparente falta de interés del sistema bancario privado en financiar proyectos pequeños o destinados a ciudadanos de escasos recursos por considerar que suponen un riesgo crediticio demasiado grande.
Para la banca, al parecer resulta poco rentable el otorgamiento de créditos relativamente pequeños, con montos de alrededor de 300 mil lempiras por solicitud. Sin embargo, al mismo tiempo se señala que, si bien los préstamos no son muy grandes, el mercado sí lo es.
Se estima que el déficit habitacional en Honduras es de entre medio millón y 700 mil viviendas, y la mayor parte de esa demanda es de personas de bajos recursos económicos.
Ante esto, Jesús Simón, titular del RAP, respondió que en los planes de la institución se incluye la posibilidad de entrar en el mercado financiero para vivienda de escasos recursos. “Estamos viendo si el RAP hace alguna gestión o llega a ser una institución de primer piso para atender a esa gente que las instituciones financieras no quieren atender”, comentó Simón, quien justificó que “si alguien no atiende un segmento, otro lo tiene que hacer”.
Por su parte, Leonardo Villegas, desarrollador de proyectos refiere que para financiarse, los desarrolladores por lo general “trabajamoa con recursos propios, que generamos de otras actividades para llevar los proyectos a término y una vez terminada la casa, buscar el redescuento; no debería ser así, porque tenemos que generar fondos en otra clase de negocios para luego invertirlos en la parte de urbanización y construcción de vivienda” apuntó.
Planes
Enrique López, gerente general del RAP, explicó que “se discute en la junta directiva la posibilidad de formar una institución de primer piso o comprar algo ya en funcionamiento, por lo que se hacen estudios y consultas en todos los aspectos”.
Aunque el proyecto se encuentra en sus primeras etapas, López indicó que tomará forma este año y que cuando termine 2010 “ya se tenga una decisión en firme”.
El gerente del RAP opina que la mayoría de los que solicitan vivienda, aunque pertenezcan a los estratos sociales más desfavorecidos, muestran alto grado de responsabilidad en sus obligaciones de crédito. “Cuando una familia empieza a pagar, difícilmente dejará perder la vivienda, sino que hace todo lo humanamente posible por mantenerse en su casa y no perderla”, asegura.
Social versus solidaria
El economista Jorge Interiano explica que existe una diferencia entre vivienda social y solidaria.
“La social va dirigida a proveer soluciones habitacionales a la inmensa mayoría de compatriotas que no tienen suficientes ingresos para construir su propia casa; por otro lado están los que tienen recursos para pagar el préstamo y los intereses que conlleva un financiamiento para construir su vivienda, ya que no necesariamente pertenecen al estrato social más bajo. A éstos les correspondería la denominación de vivienda solidaria”.
El economista observa que, si se convierte el RAP en banco de primer piso, el efecto sobre el sistema financiero sería residual, ya que éste no acostumbra proporcionar financiamiento de riesgo, razón que lo mantiene razonablemente sólido, por lo que es ínfima la posibilidad de una burbuja inmobiliaria como la que desató la crisis financiera internacional en EUA.
Beneficios
Entre los beneficios para los cotizantes del RAP, Interiano destaca las atractivas tasas de interés sobre préstamos, significativamente más bajas que en el sistema bancario; otra ventaja es que el RAP ofrece plazos de financiamiento más largos.
La clave para que una institución como el RAP tenga éxito con una iniciativa como la que se estudia es que procure mantener el eficiente control del riesgo, requiriendo las debidas garantías crediticias, advierte Interiano.
“Todo esfuerzo para paliar el déficit de vivienda en el país siempre es bueno”, concluye.