Se espera que hoy, el directorio del Banco Mundial tome una decisión acerca de la suerte que tendrá su presidente, Paul Wolfowitz.
Pero ¿quién es Wolfowitz, el hombre acusado de pagar a su novia una jugosa compensación para que dejara su cargo dentro de la misma institución y evitara el conflicto de intereses?
Wolfowitz lleva ocupando su cargo desde 2005 y fue uno de los principales artífices de la guerra en Irak. Por eso, muchos lo catalogan como un halcón atrapado por su propia cruzada contra la corrupción por un asunto de nepotismo que podría costarle su puesto.
A los 63 años, Wolfowitz parecía, sin embargo, en el pináculo de su carrera; presidiendo una de las más respetadas instituciones multilaterales y encargado de luchar contra la pobreza en el mundo.
La asamblea semestral del Banco, que se realiza desde ayer en Washington, debía ser para él la ocasión ideal para defender su plan anticorrupción y para exponer su estrategia para el desarrollo económico de África.
En lugar de ello se encuentra criticado y amenazado en sus funciones para haberle concedido aumentos de sueldo extraordinarios a Shaha Riza, una colaboradora del Banco a la cual la prensa estadounidense lo vincula sentimentalmente.
“Cometí un error y pido disculpas”, admitió el jueves, después de que en la noche anterior se negara a responder preguntas sobre el tema, una posición poco acostumbrada para un hombre que se destacó como brillante estudiante universitario, matemático de formación y doctor en ciencias políticas de la Universidad de Chicago.
Su escudo
Wolfowitz forjó su carrera usando como base el tema de la defensa estadounidense pero lejos del desarrollo, como gustan criticar sus detractores. Pasó de secretario adjunto en el Pentágono, donde fue la mano derecha de Donald Rumsfeld desde 2001, a número uno del Banco Mundial, que por tradición siempre es presidido por un estadounidense.
Su experiencia directa en materia de países en desarrollo se limita al periodo entre 1986 y 1989 cuando ejerció como embajador estadounidense en Indonesia, el país islámico más poblado del mundo.
Según su biografía oficial, publicada por el Pentágono, Wolfowitz dejó un recuerdo de “firme negociador de los
derechos de propiedad intelectual de los estadounidenses y abogó por la apertura política y los valores democráticos”.
Hijo de inmigrantes
Nacido en Nueva York el 22 de diciembre de 1943 y proveniente de una familia judía polaca inmigrante, a sus 30 años ingresó a la administración a través de la Agencia para el control de armas y del desarme. Se convirtió en un experto en cuestiones de defensa al entrar al Pentágono como asistente del subsecretario de Defensa encargado de los programas regionales, de 1977 a 1980.
Luego pasó al Departamento de Estado como encargado de las relaciones entre Estados Unidos y una veintena de países de Asia oriental y del Pacífico.
En ese cargo jugó un papel central en la transición promovida por Washington a finales de la dictadura de Ferdinand Marcos en Filipinas.
Luego de tres años como embajador en Yakarta, el padre el actual presidente George W. Bush lo nombró subsecretario de Defensa, de 1989-1993, mientras el Pentágono era dirigido por Dick Cheney y los estadounidenses intentaban redefinir su estrategia militar luego de la caída del muro de Berlín y el final de la guerra fría. En esos años, jugó un papel igualmente importante en la coordinación entre Estados Unidos y sus aliados en la guerra del Golfo, luego de la invasión iraquí a Kuwait.
Durante la presidencia demócrata de Bill Clinton, Wolfowitz se dedicó a la enseñanza en cursos de estrategia de seguridad nacional en la escuela nacional de guerra en Washington. En 2001, reingresó al gobierno designado como brazo derecho de Donald Rumsfeld y dos años más tarde las tropas estadounidenses y británicas invadieron Irak.
Considerado uno de los ‘halcones’ de la administración Bush, recorrió el mundo para persuadir a los escépticos de la misión de democratización asumida por EUA en Irak. Sin embargo, no logró que las elecciones ni la instalación de un gobierno provisorio pudieran poner freno a la violencia y los atentados, que aún continúan en Irak.
Polos opuestos
1
En contra
Los trabajadores de Banco Mundial y varios sindicatos han pedido al directorio de esa institución la destitución inmediata de Wolfowitz.
2
A favor
El presidente George W. Bush emitió un comunicado, leído por una de sus asesoras el viernes, en el que le daba su apoyo a Wolfowitz.
CLAVES
desconocimiento
El directorio del BM reconoció el viernes que no fue informado de las condiciones en las que se produjo la salida de Riza.
comparación
La novia de Wolfowitz tenía un salario más elevado que el de la secretaria de Estado de EUA, Condoleezza Rice.