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El FBI pone su lente sobre un negocio en Colombia

  • 05 febrero 2015 /

Los fiscales de EE.UU. usan métodos más agresivos para investigar presuntos actos de corrupción en otros países.

Nueva York, Estados Unidos.

Cuando Joseph Sigelman invitó a Gregory Weisman a su apartamento en Miami, no sabía exactamente qué venía a decirle su abogado, pero sabía que era algo malo, algo que el profesional insistió en contarle en persona.

Desde su balcón, cuando se disponían a hablar, Sigelman tampoco sabía que Weisman se había convertido en un informante del FBI y que aquel diciembre de 2012 estaba grabando secretamente la conversación con una diminuta cámara escondida en su cuerpo. El video forma parte de la evidencia en un juicio en una corte federal en Camden, estado de Nueva Jersey.

“¿Quieres empezar por el trabajo o quieres empezar con el gran secreto?”, preguntó Sigelman en el video. Sigelman había sido presidente ejecutivo de PetroTiger Ltd., una firma de servicios petroleros con operaciones en Colombia, Ecuador y Panamá. Durante ocho años, Weisman había trabajado como director legal para Sigelman y a veces también como su abogado personal.

“Tenemos problemas, grandes problemas”, dijo Weisman. “Me golpean la puerta. Es el FBI … Están investigando esta m... en Colombia… Preguntaban sobre estos pagos que me hiciste hacer a Johanna Navarro”.

Las grabaciones secretas citadas aquí ofrecen un inusual vistazo a dos ejecutivos que enfrentan el peso de una investigación federal sobre supuestos sobornos.

En los últimos años, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha reforzado la aplicación de la ley sobre compañías que pagan sobornos en otros países, pero en la mayoría de los casos las pesquisas han sido resueltas fuera de los tribunales.

El video revela algunas de las ambigüedades que pueden enfrentar los ejecutivos al hacer negocios en países donde la corrupción es rampante. ¿Cuándo el pago a un consultor con buenas conexiones se convierte en soborno? ¿A quién se le culpa por una decisión compartida de hacer un pago cuando una sola persona no entiende la naturaleza total de la transacción?

Sigelman, que mantiene su inocencia, enfrenta un juicio que empieza en abril, acusado de violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA, por sus siglas en inglés) de EE.UU., que penaliza los sobornos a autoridades extranjeras.

El video es evidencia en el caso e ilustra las tácticas más duras que los fiscales están adoptando para perseguir los delitos de cuello blanco. Los videos secretos e informantes encubiertos —otrora métodos exclusivos de investigaciones de narcotráfico— están teniendo un papel cada vez más importante en casos contra ejecutivos corporativos.

Los fiscales dicen que los US$333.500 en pagos de los que hablaron los dos hombres eran en realidad presuntos sobornos a David Durán, esposo de Navarro y funcionario de la petrolera estatal colombiana Ecopetrol que supuestamente ayudó a PetroTiger a ganar un contrato de US$39,6 millones. En la grabación, Sigelman dijo que los pagos no condujeron a ningún negocio y que los acuerdos con Ecopetrol no tenían relación.
Weisman y Knut Hammarskjold, el ex copresidente ejecutivo de la empresa, se declararon culpables de violaciones a la FCPA.

“Apenas el gobierno contactó a Weisman, este aceptó total responsabilidad en el asunto”, dijo Michael Schwartz, abogado de Weisman. “Como parte de su aceptación de culpabilidad, aceptó cooperar de cualquier forma que el gobierno considerara apropiada”. Kevin Walsh, abogado de Hammarskjold, no quiso comentar.

Durán y Navarro, residentes de Colombia, no han sido acusados de ningún delito, según documentos judiciales.

Un asistente de Darlene Calzon Barror, la última abogada de Durán en EE.UU. de la que se tiene conocimiento, dijo que la firma había perdido contacto con el funcionario hacía más de un año.

En la grabación de video, después de que Weisman reveló la mala noticia, Sigelman empezó a ofrecer una explicación y luego hizo una pausa.

“Hazme un favor, levántate la camiseta”, dijo Sigelman en voz baja, aparentemente buscando una grabadora escondida. Weisman le pidió que hiciera lo mismo. La grabación se oscurece brevemente cuando Weisman se sube la camisa y cubre la cámara, pero Sigelman no se da cuenta del diminuto dispositivo. “Eres velludo, hombre”, dijo Weisman.

Sigelman volteó la vista hacia el mar y dijo que no podía recordar el presunto pago a Navarro. “Estoy tratando de recordar el acuerdo… y juro por Dios que no creo recordar cuál fue”, dijo Sigelman. “Knut encontró a este tipo y literalmente he olvidado su nombre. Se llamaba David o algo. Se suponía que era nuestro asesor en esta venta, esta posible venta”, siguió. “La venta nunca ocurrió. No hubo ganancia. No fue nada, nunca ganamos nada. Nunca llegamos a la segunda base… Nunca presentamos siquiera una oferta”.

Fue un pago puramente por consultoría, insistió Sigelman, recostándose sobre su silla. “No entiendo por qué esto es algo malo”.

Weisman continuó, sonando incrédulo. “¿Un pago de una gran suma de dinero a alguien en Ecopetrol relacionado con el acuerdo?”

Sigelman parecía confundido. “No creo que trabajara en Ecopetrol. ¿Trabajaba en Ecopetrol?”

“Eso fue lo que me dijo, sí”, contestó Weisman. En cualquier caso, dijo Weisman, cada vez más perturbado, ¿por qué se hizo el pago a la esposa del hombre, Navarro?
“El tipo simplemente no quería pagar el impuesto”, explicó Sigelman.

Durante la conversación, Sigelman buscó culpar al ex copresidente ejecutivo, Hammarskjold, de quien dijo entendía el lado técnico del negocio y manejaba la relación con los colombianos. “Es a Knut a quien deberías vender por esto, 100%. No conozco a ninguna de estas personas”, dijo Sigelman. “¿Con cuántos colombianos hablo, carajo?” Ni siquiera puedo hablar con ellos. Esta fue cosa de Knut”.

Un abogado de Hammarskjold no quiso comentar sobre el video.
Weisman dijo en el video que no era así como recordaba los hechos y que no sabía cómo explicaría este incidente a las autoridades. “Si tengo que contestar preguntas, no sé qué voy a decir”, contó.

Sigelman bajó la vista un momento, rascándose la cabeza. Levantó la cabeza y dijo pausadamente: “Mientras seamos así”, dijo alzando dos dedos pegados, “Nunca te defraudaré. Te lo prometo. ¿Alguna vez he roto una promesa? Nunca romperé una promesa”.

Lo más importante, prosiguió Sigelman, era que su colega se calmara. “Tienes que dejar de entrar en pánico, en serio”, le dijo. El pánico podía hacer que Weisman hiciera algo “estúpido” al tratar con las autoridades. “Mira, nunca quise estar involucrado en esta clase de m…. Y ahora me vienen a ver agentes del FBI”, contó Weisman. “Estoy muy asustado”.
Sigelman y Hammarskjold crearon la empresa en 2009 en Colombia. Weisman era el director legal. Sin embargo, poco tiempo después los tres se enfrentaron con su junta directiva colombiana, que representaba a los inversionistas de PetroTiger, sobre la dirección que debía seguir la empresa.

Los tres hombres fueron forzados a salir de la empresa en marzo de 2011. El despacho legal Sidley Austin LLP, que asesoró a la junta en esta disputa con los fundadores, realizó una investigación interna y para julio de 2011 presentó pruebas de supuestos delitos a las autoridades estadounidenses.

En la grabación, Sigelman dijo que creía que el conflicto con la junta fue lo que los colocó a los dos en la mira.

“Estos son los colombianos que hicieron un contrato con nosotros y luego decidieron vengarse”, dijo Sigelman. “Al final, lo más importante, y te lo digo en serio… tú y yo somos las víctimas aquí”.