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Economía global esperanzada en reforma y grandes obras

  • 13 octubre 2014 /

Washington, Estados Unidos.

La asamblea de otoño boreal del Fondo Monetario Internacional (FMI) culminó con el consenso de que las reformas estructurales y las grandes obras de infraestructura, como en México, son claves para evitar un periodo “mediocre” en la economía mundial, pero los medios para lograrlo son menos claros.

La capital estadounidense recibió la semana anterior a cohortes de ministros y presidentes de bancos centrales de todo el mundo para analizar los “riesgos” económicos durante las reuniones del FMI, el Banco Mundial, el lobby bancario IIF e incluso el G20 de Finanzas.

“Todo el mundo estaba concentrado en los desafíos reales, que son las reformas estructurales más que la política macroeconómica”, señaló Tharman Shanmugaratnam, presidente del IMFC, el órgano político del FMI. Según los asistentes, el balón está en la cancha de los políticos y los gobiernos, más que en la de los técnicos o en los bancos centrales.

La economía mundial se desacelera y está bajo amenaza de un largo periodo de crecimiento “mediocre”, según dijo la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, y para las personas en el mundo eso se traduce en ingresos planos y pocos empleos nuevos. La zona euro está estancada y con débil inflación, Estados Unidos experimenta un reimpulso, y a los países emergentes, menos Brasil y Rusia, no les va del todo mal. América Latina avanza pero lentamente.

África, por su parte, ve sus perspectivas ensombrecerse por la amenaza del virus del ébola, que ha producido 4,000 muertes hasta el momento.

Y no se olvidan las advertencias de posibles efectos económicos de los conflictos de Siria-Irak y Ucrania, así como los riesgos financieros provocados por los “shadow banking” (banca en la sombra). El FMI ha reducido repetidamente sus estimaciones de crecimiento desde inicios de año, estableciendo ahora el alza económica mundial de 2014 en 3.3%, con una mejora a 3.8% en 2015.

“Hay una necesidad de ampliar las reformas estructurales”, comentó el presidente del Banco Central Europeo, ario Draghi.

“Obstáculo mayor”. Los líderes económicos repetían un mantra: inversiones en obras de infraestructura.

“La inversión en infraestructura, incluida la energética, es fundamental para sostener el crecimiento económico y garantizar la prosperidad compartida”, concluyó el comité conjunto del FMI y el Banco Mundial.

Según el secretario del Tesoro estadounidense, Jacob Lew, la falta de infraestructuras representaba un “obstáculo mayor” al crecimiento.

La agenda de inversiones de México, que según Videgaray incluye un aeropuerto para la capital mexicana, puertos y trenes, fue elogiada en la comunidad económica.

Respecto a Europa, hubo llamados para que Alemania aumente sus gastos, pero el ministgro alemán Wolfgang Schäuble respondió que las inversiones en infraestructuras no eran una panacea.

A un nivel global, el Banco Mundial lanzó un fondo especial de inversiones en infraestructura, y la presidencia australiana del G20 aprovechó la reunión de ministros de Finanzas del grupo para afinar detalles de su proyecto de fondo mundial de financiamiento de infraestructura, que lanzará durante su cumbre de jefes de Estado en Brisbane (Australia) en noviembre.

“Coraje político”

Las reformas son posibles pero “se requerirá de coraje político”, añadió Shanmugaratnam, enumerando como ejemplo las reformas a la educación en los países emergentes.

Pero algunos países se están acercando a los objetivos, dijo Christine Lagarde, que saludó en varias de sus intervenciones las reformas adoptadas en México, principalmente en los sectores petrolero y de telecomunicaciones.

El propio ministro mexicano de Finanzas dijo que su país fue considerado “un caso emblemático de un proceso integral y profundo de reformas estructurales”.