27/04/2024
01:42 PM

¿Los reguladores tratan bien a las firmas de RSE?

Los clientes y los empleados no son los únicos influenciados por la responsabilidad social corporativa. Los reguladores también la notan

Washington, Estados Unidos.

¿Qué gana una compañía con fines de lucro invirtiendo en responsabilidad social o ambiental? Una respuesta es reputación.

Los clientes podrían reaccionar más positivamente ante una firma socialmente responsable; lo mismo pasa con las contrataciones potenciales.

Pero un nuevo documento de investigación sugiere que los clientes y los empleados no son los únicos influenciados por la responsabilidad social corporativa.

Los reguladores también la notan. Harrison Hong e Inessa Liskovich, ambos economistas de Princeton, estudiaron multas federales de compañías estadounidenses que sobornaron a gobiernos del exterior.

La investigación mostró que entre más socialmente responsable fuera la compañía culpable, menor era la multa.

Los economistas analizaron violaciones a la Ley de Prácticas Corruptas en el Exterior entre 1990 y 2013, así como las multas que fueron cobradas.

Después, compararon la información con la puntuación de responsabilidad social de los infractores, a partir de un índice ampliamente utilizado que evalúa cosas como relaciones con la comunidad, impacto ambiental y cómo trata a sus empleados una firma.

Una diferencia relativamente chica en responsabilidad social (el equivalente a un buen programa de jubilación para los empleados vs. un programa promedio) se asoció a dos millones de dólares menos en multas.

Los investigadores descartaron un número de explicaciones posibles. Por ejemplo, no fue que los sobornos de las firmas socialmente responsables fueron menores, ni que esas firmas cooperaran más con los investigadores.

Las relaciones con la comunidad, los productos responsables y las buenas relaciones con los empleados no se asociaron con multas más chicas.

“Una implicación de nuestro análisis es que las firmas bien podrían tener un móvil estratégico para ser socialmente responsables como forma de seguro en caso de una regulación desfavorable”, concluyeron los investigadores.

Esa es la interpretación cínica: las firmas invierten en responsabilidad social corporativa para parecer más virtuosas de lo que realmente son.

La interpretación más optimista es que los investigadores se propusieron ver si la gente (en este caso los reguladores) muestra más inclinación positiva hacia las firmas responsables.

Y no son los primeros en encontrar que la respuesta es afirmativa.

Si la relación entre escrutinio regulatorio y responsabilidad social es real, eso es problemático, y debería ser encarado.

Pero no cambia el hecho de que la reputación de una compañía mejora invirtiendo en responsabilidad social y ambiental.

Si hasta los reguladores que están en medio de investigaciones de soborno perciben distinto a las compañías debido a la responsabilidad social, piense en lo que podría hacer entre los clientes y los empleados.

(Walter Frick es editor asociado sénior en Harvard Business Review).