Dinero & negocios
Washington, Estados Unidos.
Los grandes datos tienen que ver con recibir una gran dosis de realidad.
Nuestra obsesión con los datos y la tecnología analítica, y nuestra reverencia al raro científico de datos que reina en este mundo, ha desilusionado a muchos.
Los ejecutivos están analizando detenidamente sus presupuestos (agotados por las dispares herramientas que han adquirido y por las esquivas “grandes ideas” que les han prometido) y se están preguntando “¿dónde está el rendimiento de esta enorme inversión?”
No es que no hayamos dado grandes pasos en agregar y organizar datos, sino que los empleados siguen dedicando incalculables horas a interpretar e informar manualmente los resultados.
Para resolver este problema, las organizaciones están contemplando aún más inversión, a menudo en forma de científicos de datos que cobran grandes honorarios. Pero esa no es una solución escalable.
Algunos ejecutivos innovadores han buscado soluciones automatizadas en inteligencia artificial (IA), que interpreta datos y descubre ideas ocultas.
¿Cómo es posible? Porque la IA está empezando a transformar datos y análisis en narrativas completas e intuitivas.
Cualquier organización donde los empleados dediquen tiempo a tareas manuales repetitivas es candidata de primera para soluciones automatizadas.
Tomemos por ejemplo el proceso manual del informe de desempeño de los fondos de inversión.
Típicamente, los equipos de marketing trabajan duro cada trimestre para documentar el desempeño del portafolio y agregar comentarios.
Actualmente, algunos fondos están usando plataformas de generación de lenguaje natural avanzado, impulsados por IA, para escribir automáticamente estos informes en unos cuantos segundos.
En los cobros médicos, la IA puede revisar miles de registros de facturación entre cientos de hospitales y generar informes narrativos que inmediatamente proveen el análisis deseado.
Estos informes pueden resaltar cambios en el portafolio de proveedores de seguro de un grupo hospitalario que afecten ingresos y flujo de efectivo, identificando simultáneamente espacio para crecimiento.
La administración de riqueza también está empezando a ver sus beneficios.
La IA está siendo incrustada en plataformas de asesoría, entregando evaluaciones personalizadas de cartera y recomendaciones para los clientes en un idioma que puedan entender.
Todas estas tecnologías nuevas comparten algo que más humanos no pueden aportar: el poder de la escala.
En el corto plazo se acelerará la adopción de IA dentro de plataformas de inteligencia comercial y aplicaciones para el cliente.
Más adelante, la IA ofrecerá un análisis y asesoría aún más complejos.
Estamos al inicio de la siguiente fase de grandes datos enfocada en hacer que los datos sean más útiles, entendibles y eficaces.
• Stuart Frankel es CEO y cofundador de Narrative Science, una compañía que trabaja en generación de lenguaje natural avanzado.