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¿Cuál es el efecto de la dolarización de remesas familiares?

  • 10 noviembre 2015 /

La nueva normativa provoca polémica financiera. Algunos miran un impulso a la inclusión financiera, otros temen un mercado negro, más impuestos y dolarización de la economía

Tegucigalpa, Honduras.

El Banco Central de Honduras (BCH) aprobó en septiembre el pago de las remesas en dólares y el Congreso Nacional lo convirtió en ley.

La medida ha tomado por sorpresa tanto al sistema bancario como a los receptores de remesas. Desde un lado saltan los temores de un resurgimiento del mercado negro, y del otro, el pago de más impuestos por cada movimiento que hagan de su dinero vía tasa de seguridad.

Honduras tiene en la recepción de remesas el principal pilar de su economía. Según cifras del BCH, entre enero y octubre ingresaron 3,092 millones de dólares.

El promedio mensual es de 309 millones. Según el nuevo reglamento, los montos enviados podrán ser entregados en dólares a sus beneficiarios o en moneda nacional en base a las tasas de cambio vigentes al momento de realizar el contrato entre el remesador y la empresa remesante.

La medida no tiene otras implicaciones. No se modifican las tarifas o tasas de envío de las mismas ni se cambian los canales.

Por parte del receptor, lo que cambia es que deben abrir una cuenta en dólares, si desean recibir la remesa en esa moneda.

Al segundo trimestre de 2015 la tasa promedio que cobraron las empresas remesadoras por estos servicios en el corredor EUA-Honduras fue de 4.53% y 2.33% por cantidades de 200 dólares y 500 dólares, respectivamente, según un estudio del Banco Mundial.

Foto: La Prensa

Decisión apresurada

Consultado sobre ¿sí es bueno para la economía nacional que las remesas se paguen en dólares?, Guillermo Bueso, presidente del Banco Atlántida, institución que canaliza un alto porcentaje de las remesas que llegan a Honduras, dijo que “sí, siempre y cuando haya la disponibilidad de efectivo”, esto debido a que no en todas las agencias bancarias se disponen de dólares.

“Yo creo que no fue una resolución bien meditada”, añadió.

Actualmente, la banca hondureña mantiene un bajo nivel de dólares disponibles en sus agencias e incluso en algunos entes no se hacen cambios de dólares en horas de la tarde ni por arriba de los 250 dólares.

Con la nueva ley habrá mayor circulante en dólares, o al menos en bóvedas, que significaría unos 290 millones de dólares al mes.

“Se dolariza un poco más la economía”, dice Raf Flores, economista del Fosdeh.

Analistas de la firma Deloitte Honduras, señalan que entre los probables efectos negativos habría que señalar la posibilidad de generar una circulación excesiva de dólares o un mercado paralelo al sistema oficial que posibilitaría la especulación en el mercado de divisas.

Sin embargo, la mayor desventaja que puede identificarse es que “el Estado no brinda, ni tiene definidas políticas públicas o programas que proporcionen a los remitentes y receptores de remesas un uso adecuado de la remesa”.

¿Mercado negro?

Rigoberto Osorto Sánchez, superintendente de Valores y otras Instituciones de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS), hace, por su parte, sus propias valoraciones.

Considera, para el caso, que es una determinación que traería beneficios a los receptores de remesas, ya que ante la depreciación del lempira frente al dólar “esta medida significaría más lempiras para los beneficiarios finales, que en general son familias de bajos ingresos”.

Incluso, considera que es un mecanismo que estaría fomentando el ahorro y la inclusión financiera.

Advierte, sin embargo, que “un aspecto a cuidar es que los beneficiarios finales, al contar con dólares en efectivo, podrían vender los mismos fuera de un mercado cambiario oficial creando una especie de mercado paralelo o mercado negro”.

Una de las alternativas o mecanismos para evitar el mercado paralelo es la apertura de una cuenta de ahorro en dólares en una institución bancaria o financiera autorizada, lo cual permite incentivar el ahorro y en el caso que el beneficiario requiera lempiras.

El banco como agente pagador y cambiario tiene la posibilidad de realizar el cambio de una moneda a otra y mantener los dólares como parte de su tenencia autorizada por el BCH y en el caso que se exceda de esta vender las divisas en dólares al mismo BCH.

“Como podrá observar, en este proceso intervienen instituciones reconocidas y autorizadas para operar en el mercado cambiario”, indicó.

Agregó que con estas nuevas disposiciones, los agentes de pago de remesas deberán establecer mecanismos para mantener disponibilidad en dólares en sus agencias u oficinas de pago, debiendo establecer un límite determinado conforme a la demanda de dólares, lo cual se podrá verificar en el proceso de supervisión que periódicamente realiza la CNBS.

Para la diputada liberal, expresidenta del Banco Central y exministra de Finanzas, Gabriela Núñez, compartió que la medida generará estímulo al ahorro e impulsará la inclusión financiera.

En efecto unos 344,554 hondureños recibieron remesas en 2014 y se estima que la mayoría no tiene cuentas en la banca y si quieren dólares deberán aperturarlas.

Para la congresista, no hay probabilidad de impulsar el mercado negro porque las remesas llegan directa y exclusivamente al beneficiario.

Además, dijo, “lo más seguro es que al menos el 80% de los receptores querrán siempre lempiras, ya que el destino de las remesas principalmente es para los gastos de subsistencia de las familias, como alimentos, salud o educación”.

Foto: La Prensa

Edgardo Rodríguez, Subgerente de Oficinas Foráneas de Banco de Occidente.
Desconcierto e impuestos

Aunque la medida ya ha sido aprobada, la misma no es de amplio conocimiento.

En algunas instituciones financieras han comenzado a compartir con sus clientes los requisitos que deben seguir para obtener el beneficio, pero en otras desconocen la medida, y cuando se hacen las consultas sobre si se puede retirar la remesa en dólares, responden tajantemente que no.

“Eso no es posible, porque el gobierno de Honduras manda que la remesa se pague en moneda local”, dijo a D&N un agente de cambio de la empresa remesadora Corelsa en Tegucigalpa. Igual explicación dieron en otras remesadoras.

Uno de los bancos consultados informó que los remesadores que quieran su dinero en dólares deben abrir una cuenta de ahorros en esa moneda.

Para la apertura de esa moneda requieren un monto de 100 dólares e igual cantidad para mantener la vigencia de la misma.

Una receptora de remesas, María Mejía, dijo estar preocupada por la nueva medida, ya que considera que es una decisión que afectará las finanzas de los parientes que se fueron a trabajar a EE UU para ahorrar dinero y construir una casa en en Honduras.

“Ahora me dicen que tengo que abrir una cuenta y que no puedo cambiar más de 250 dólares diarios.

Eso quiere decir que me van a obligar a mover las cuentas y me van a cobrar impuestos por cada transacción (tasa de seguridad...). Los muchachos van a perder parte de sus dólares”, indicó.

Ahorro externo

Para Edgardo Rodríguez, subgerente de Oficinas Foráneas de Banco de Occidente, la reforma del reglamento de mercado de divisas puede incentivar un pequeño volumen de ahorro, pero también se incentivaría el mercado negro.

“El monto de las remesas que se reciben anda en el orden de $300 a $400 y es utilizado casi de inmediato por los beneficiarios para cubrir sus necesidades básicas quedando poco para el ahorro”, opinó.

Sin embargo, las personas que envían esas remesas tienen deseos de regresar a Honduras. Un consejo sería que “el beneficiario de esa remesa destine un porcentaje de lo recibido para al ahorro con esto pueden prevenir un posible regreso de su familiar por diferentes motivos principalmente por cuestiones migratorias ya que una cantidad considerable se encuentra de forma ilegal”.

En relación al mercado negro, el ejecutivo señaló que es posible que se incentive ya que el beneficiario puede vender esa divisas pensando en obtener más lempiras.

“Yo recomendaría no hacerlo ya que por los montos no es atractivo no obtendrán grandes beneficios es más corren riesgos por hacer transacciones en efectivo en la calle de ser asaltados o que puedan recibir billetes malos”, opinó.

Un efecto inmediato es que la banca tendrá que facilitar la apertura de cuentas en dólares.

“Recordemos que hoy en día se restringe la apertura de cuentas en dólares por varios motivos y de acuerdo a las políticas de cada institución, en todo caso se tendría que hacer una cuenta denominada Ahorro Remesas la cual tendría algunas condiciones de uso y volumen a recibir en deposito”.

También se tendrían que actualizar los contratos y los sistemas operativos (los pagadores o bancos y las empresas remesadoras) para que podamos realizar estos creditos a cuenta.

Esto podría ser un proceso lento o no ser aceptado por algunas empresas por no tener beneficio para ellos.

“Los bancos podríamos tener inconvenientes para atender el retiro en dólares en oficinas distantes donde no siempre se puede contar con esa moneda”, estimó.