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Educación y RSE: Un golpe de timón

  • 21 marzo 2019 /

Entre 2010 y 2018 la población en condición de pobreza pasó de 66% a 67% y el número de personas en situación de subempleo se triplicó en el mismo período

San Pedro Sula, Honduras.

Según datos de Banco Mundial y de la Cepal, Honduras será por segundo año consecutivo la economía de mayor crecimiento de Centroamérica después de Panamá.

No obstante, de que gran parte de ese crecimiento proviene del flujo de remesas y de la inversión privada, los resultados a nivel de empleo y de la pobreza no son los mas halagüeños.

Entre 2010 y 2018 la población en condición de pobreza pasó de 66% a 67% y el número de personas en situación de subempleo se triplicó en el mismo período según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y procesados por el Fondo Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh).

¿Como se explica este fenómeno? ¿Por qué el crecimiento económico no se ve reflejado en una mejoría de la población hondureña? Talvez un punto importante sea el nivel de desigualdad. Honduras solo supera a Haití y Sudáfrica entre los países mas desiguales del mundo a juicio del Banco Mundial.

Un empresario me comentaba cuán difícil es para un joven acceder a un puesto en un call center si su formación no incluye el idioma inglés o para un egresado de un colegio técnico al cual se le solicita dos años de experiencia.

Romper el circulo de la pobreza comienza cuando se decide romper el círculo de la desigualdad. Esto exige una acción disruptiva de la empresa que requiere de una fuerza laboral cada vez mas productiva y consecuentemente más competitiva.

Un estudio reciente de Fundahrse realizado el 2018 sobre la inversión social y la filantropía muestra que una empresa miembro invierte un promedio de 850 mil dólares anuales en proyectos sociales, siendo la educación un punto estratégico sobre todo la que recae en la población escolar de nivel básica y prebásica.

Apelando a esta dinámica Fundahrse ha impulsado la firma de importantes convenios con la Secretaría de Educación Pública, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y la Cooperación Alemana (GIZ), todos con la finalidad de ampliar el acceso inclusivo y la calidad en la educación.

Los resultados han sido positivos por ejemplo, en la identificación de áreas estratégicas como la integración de los jóvenes graduados al empleo, en proyectos como Educando Futuros en asociación con Usaid o las iniciativas para el fortalecimiento de los procesos de descentralización educativa en la zona de occidente en donde se han encontrado excelentes oportunidades para la colaboración con los municipios, la comunidad y la empresa.

Otro ejemplo que hemos observado es cómo la empresa ha abierto caminos para la presencia de la mujer en las posiciones administrativa del gobierno corporativo.

Todos estos hechos forman parte de una nueva tendencia transformadora en donde la empresa ha asumido un compromiso más elevado hacia las expectativas de sus partes interesadas.

Este cambio disruptivo solo puede basarse cuando la empresa ha aceptado el principio de que el éxito de una sociedad depende del éxito de la empresa y en este sentido debemos realizar el mayor de los esfuerzos. Esperemos que así sea.

Julio Gom es el director Asociado de Proyectos de la Fundación Hondureña de Responsabilidad Social Empresarial (Fundahrse).