San Pedro Sula, Honduras
El Gobierno hondureño ha optado por la colocación de bonos soberanos para obtener recursos que le permitan la ejecución total del presupuesto del Gobierno, honrar deudas y asumir otras responsabilidades.
Desde hace algunos meses Honduras busca la colocación de 250 millones de dólares en bonos soberanos en el mercado exterior.
“Tenemos que seguir buscando la colocación de bonos”, dijo Wilfredo Cerrato, ministro de Finanzas, en los primeros días de agosto. A esa altura los analistas económicos advertían de la irresponsabilidad y el riesgo en la transacción, además de sugerir el freno del gasto de parte del Gobierno para evitar que en un futuro deba recurrirse a este tipo de endeudamiento.
Ahora es imperativo que el Gobierno coloque L400 millones en bonos para financiar el proceso electoral de noviembre.
Para este fin, el Congreso Nacional autorizó hace dos días el endeudamiento por ese monto para aumentar el techo de emisión de títulos valores, confirmó Rigoberto Chang Castillo, secretario del Legislativo, después que la comisión de Presupuesto emitió la resolución.
Sin mucha opción
Para conseguir ese dinero, el Gobierno no tiene muchas opciones. Las autoridades de los institutos de previsión manifiestan que no pueden adquirir más bonos porque no tienen capacidad financiera para ese fin.
Representantes de la Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias (Ahiba) dicen que no pueden pronunciarse en tanto no se reúnan con el ministro de Finanzas.
Sin embargo, indican que “el interés de la bancos en comprar esos bonos está en función de los plazos, de las tasas y de la liquidez que la institución tenga”, de acuerdo con un vocero.
Por su parte, Federico Álvarez, expresidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) es del criterio que “por las buenas” nadie querrá prestarle al Gobierno.
“No creo que la banca vaya invertir más. No porque no tenga liquidez, sino porque los bonos no están generando mucha confianza”, subraya.
“Con las instituciones de previsión es acertada la decisión de Injupemp y de Inprema porque no pueden arriesgar el dinero de sus aportantes. Lo único que quedaría sería que obliguen a las cooperativas a comprar, pero eso sería muy dañino”, agrega el financista.
Costo inflacionario
Raf Flores, subdirector del Fondo Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), advierte que, pese a que hay exceso de liquidez, colocar esos bonos en la banca significa que el Gobierno tendrá que ofrecer una tasa de interés más alta y acortar los plazos de pago.
“Entonces el piso de tasas de interés para las personas que quieran tener acceso a crédito privado será mayor y se generará un costo inflacionario interno, porque se trasladará a la población”, señala.
“En el mercado internacional está complicado porque el Gobierno va de salida. Los institutos de pensiones tienen casi el 50% del capital metidos en bonos. Ellos son los tenedores de casi el 40% de los bonos del Estado; Sería un riesgo colocar esos bonos en esas entidades”, apunta Flores.
Los expertos dicen que no hay otra salida para financiar las elecciones que la colocación de bonos, sin embargo, las opciones de compradores parecen limitadas.
