Pese al inconveniente que tuvo con su cancha habitual de entrenamiento previo a los partidos del campeonato local, el estadio Humberto Micheletti, el Honduras Progreso preparó su debut liguero de este domingo con el Olimpia (4:00 de la tarde).
La molestia de su entrenador Wilmer Cruz y la mayoría de jugadores era evidente, pero no frenó el espíritu guerrero progreseño y la mística fue la misma, pegarle a los leones capitalinos mañana para afrontar con garantías la vuelta de la primera fase de la Liga de Concacaf contra el Chorrillo, en la cual marchan con desventaja de 1-0 en el global.
“Complicado para nosotros, arrancamos jugando contra Olimpia, en una mala cancha, hay montón de factores que nos van a perjudicar; es lamentable el arranque, esperábamos uno mejor, pero vamos a intentar ver si hacemos uno bueno”, comentó Wilmer antes de marcharse de un Micheletti que lucía un mal aspecto.
El entrenador añadió al calor del momento que la dirigencia ya estaba viendo “si podemos movernos a San Pedro Sula u Olanchito”.
Al final todo quedó en “calentón”, pues el “Supermán” Cruz dijo que “quiero jugar en mi cancha, la del Honduras Progreso, donde llega nuestra gente y somos un equipo muy fuerte”. El entrenamiento, otra historia: intensidad total.